El versátil magnesio promueve la salud y el bienestar de muchas formas, por ejemplo, combate el estrés, nos ayuda a hacer deporte o es un remedio contra los calambres. Por este motivo, cada vez más personas deciden enriquecer sus vidas con un preparado de magnesio. Pero ¿cuál es el mejor momento para tomar magnesio? ¿Y qué más hay que tener en cuenta?
¿Cuándo tiene sentido tomar magnesio?
El magnesio es esencial para el metabolismo energético, la musculatura y el sistema nervioso. Esto lo convierte inevitablemente en un mineral imprescindible para todos los deportistas, aunque las mujeres también pueden beneficiarse de él. La ingesta de magnesio se recomienda a cualquier persona que sufra una carencia de este mineral o que lo necesite en mayores cantidades a causa de un estilo de vida exigente. Si perdemos o gastamos más magnesio del que consumimos, podemos sufrir un déficit a largo plazo. Los siguientes factores pueden provocar un balance negativo de magnesio:
- Una mayor necesidad de magnesio: el aumento del esfuerzo físico y mental estimula nuestras necesidades de magnesio y, por lo tanto, es la principal causa del suministro insuficiente de este mineral. Nuestro organismo necesita una ración extra de magnesio, especialmente en situaciones de estrés y al practicar ejercicio, circunstancia que no deben descuidar la mayoría de las personas con un estilo de vida activo. Durante el embarazo y la lactancia, las necesidades también aumentan para abastecer tanto a la madre como al feto.
- Una ingesta insuficiente a través de la dieta: una dieta poco variada o pobre en magnesio puede ocasionar una ingesta insuficiente de este mineral. La personas mayores pueden incluso no absorber suficiente magnesio debido a la disminución de la ingesta de alimentos y líquidos.
- Problemas de absorción del magnesio: la mejor dieta no sirve de nada si nuestro intestino no es capaz de absorber los nutrientes en cantidades suficientes. Los desencadenantes pueden ser, por ejemplo, la inflamación del tracto gastrointestinal, un trastorno de la flora intestinal, algunos medicamentos (p. ej., antiácidos) o una absorción insuficiente de magnesio por causas genéticas.
- Aumento de la pérdida de magnesio: el ejercicio, el aumento del consumo de café y alcohol, ciertas enfermedades (p. ej., diabetes mellitus) o algunos medicamentos (p. ej., diuréticos y laxantes) pueden hacer que el cuerpo pierda magnesio.
Para contrarrestar el agotamiento de las reservas de magnesio, aumentar su consumo en estas situaciones puede resultar útil como medida de prevención.
Hora del día: ¿cuándo se debe tomar magnesio?
En general, el magnesio se puede tomar en cualquier momento del día, preferiblemente fuera de las comidas para optimizar la absorción del cuerpo.
¿Puede tomarse magnesio a diario?
Sí, se puede tomar magnesio todos los días, siempre que sea en dosis adecuadas. En caso de déficit, es importante tomar un suplemento durante varias semanas o meses para reponer nuestras reservas de magnesio.
Duración: ¿cuánto tiempo se debe tomar magnesio para que funcione?
El tiempo que debe tomarse el magnesio hasta notar sus efectos depende del motivo de la ingesta y de nuestra situación individual. En este último caso, intervienen algunos factores como el nivel de reservas, el estado intestinal y la suplementación controlada de magnesio (sobre todo, la dosis, el modo de administración y el tipo de preparado de magnesio). Mientras que los síntomas como los calambres en las pantorrillas se resuelven rápidamente con la ingesta de magnesio, hacen falta varios meses para solventar una carencia. Para lograr un buen nivel, es necesario tomarlo diariamente de forma regular hasta que los niveles intracelulares se estabilicen.
¿Durante cuánto tiempo se puede tomar magnesio?
En dosis adecuadas, el magnesio se puede tomar a diario y a largo plazo. Si el magnesio se toma desde hace tiempo o si no se está seguro de la dosis, también puedes ponerte en contacto con un experto. Podrá asesorarte en tu caso particular e, idealmente, utilizar un diagnóstico moderno de laboratorio. El contenido de magnesio en sangre total es especialmente revelador.
¿Cómo se debe tomar magnesio?
Lo mejor es distribuir la dosis de magnesio a lo largo del día. Esto se debe a que en cantidades más pequeñas (menos de 300 mg/dosis) se reduce el riesgo de que el magnesio tenga un efecto laxante. A la hora de elegir el producto, hay que ser selectivo. No solo hay que tener en cuenta que la pureza y la calidad de las materias primas del preparado sean excelentes, sino también que los compuestos de magnesio que contiene sean los adecuados para ti. ¿Quieres saber más sobre qué magnesio es mejor para ti? Te damos más información en nuestro blog:
¿Qué es bueno tomar con el magnesio?
El magnesio es un mineral que, gracias a sus múltiples facetas, completa o refuerza el efecto de otros muchos micronutrientes. Estas son algunas de las combinaciones más potentes:
- Magnesio y potasio: el potasio y el magnesio son dos componentes fisiológicos que se unen para trabajar conjuntamente en el cuerpo. En primera instancia, favorecen la conducción de los estímulos nerviosos y la contracción y relajación de nuestros músculos. Esto último favorece, por otra parte, la función cardíaca, los vasos sanguíneos y los músculos esqueléticos.
- Magnesio y calcio: el magnesio es el antagonista fisiológico del calcio y siempre está presente donde se necesita el otro, p. ej., en los huesos, dientes, músculos, nervios y el tejido conjuntivo. Por cierto, no hay de qué preocuparse por la interferencia recíproca en la absorción por parte del intestino, p. ej., cuando se toma magnesio con leche, ya que ambos minerales tienen sus propios sistemas de absorción intestinal (excepto en dosis muy altas).
- Magnesio y vitamina D3: el magnesio y la vitamina D también actúan conjuntamente. Mientras que el magnesio es necesario para transformar la vitamina D en su forma activa, esta última favorece la absorción del magnesio en el intestino. Ambos micronutrientes desempeñan un papel fundamental, sobre todo, en la salud ósea. Mientras que la vitamina D interviene en la mineralización de los huesos, el magnesio es un importante componente estabilizador de nuestro esqueleto.
- Magnesio y complejo vitamínico B: el magnesio combinado con vitaminas del grupo B aporta energía y mantiene el estrés causado por el ajetreo de la vida diaria a raya. La combinación de este mineral antiestrés con un completo vitamínico B que contenga, sobre todo, vitamina B12 y ácido fólico, favorece el equilibrio energético y el buen funcionamiento de los nervios.
- Magnesio y ashwagandha: el magnesio y la ashwagandha son un potente dúo para recuperar la relajación y el equilibrio interno en momentos de estrés constante.
- Magnesio y melatonina: las personas con problemas de sueño no pueden beneficiarse de la ingesta conjunta de magnesio y melatonina. Las cualidades antiestrés del magnesio ayudan a desconectar antes de irse a la cama y la hormona del sueño acorta el tiempo hasta que caemos dormidos.
A menudo surgen dudas sobre la combinación con otros minerales, pero el magnesio puede mezclarse fácilmente en la mayoría de los casos (p. ej., con zinc, selenio y yodo). Sin embargo, con dosis más altas de magnesio, fósforo, hierro y cobre, hay que dejar unas dos horas entre ingestas, ya que estos minerales pueden dificultar la absorción por parte del organismo.
La relación entre calcio y magnesio
La interacción del magnesio y el calcio en el organismo es un ejemplo de equilibrio y armonía. Para que esto suceda de la forma más fácil posible, es fundamental contar con unas buenas reservas. Se requieren unos 1000 mg de calcio al día y 310-320 mg (mujeres) o 400-420 mg (hombres) de magnesio. La “proporción óptima” de 2,5:1 (a veces también, 2:1) que suele mencionarse surge de estas cantidades.
Sin embargo, no es necesario tener en cuenta una relación concreta al tomar los preparados. En este caso, lo más importante es el propósito de la ingesta, por ejemplo, reponer las reservas de magnesio vacías o combatir los calambres.
¿Qué no debes tomar con magnesio?
Si necesitas tomar algún medicamento, se recomienda dejar un intervalo de tiempo de al menos dos o tres horas entre el medicamento y el magnesio. De lo contrario, pueden producirse interacciones, por ejemplo, con determinados antibióticos y medicamentos para la osteoporosis. Sucede lo mismo con ciertos medicamentos cardiovasculares. Lo mejor es consultar la toma conjunta previamente con el médico o farmacéutico.
Dosificación del magnesio
Las recomendaciones generales de magnesio para hombres son de 400-420 mg diarios y de 310-320 mg al día para las mujeres. Sin embargo, aumentar la ingesta de forma controlada puede resultar útil en fases más exigentes de nuestra vida (más sobre esto arriba, en “¿Cuándo tiene sentido tomar magnesio?”). Si deseas obtener asesoramiento individual sobre la dosis de magnesio en tu caso, puedes dirigirte a un especialista con experiencia en micronutrientes. Él podrá pedir un análisis de laboratorio específico para determinar cómo están tus niveles y ajustar la dosis que necesitas.
Una dosis elevada de magnesio puede provocar heces blandas o diarrea. Sin embargo, esto es algo inofensivo que puede evitarse fácilmente repartiendo las dosis más altas a lo largo del día. El límite de tolerabilidad es individual, pero el efecto ligeramente laxante suele producirse a partir de unos 300 mg de magnesio por toma. El cuerpo se encarga de eliminar el exceso de magnesio. El efecto laxante puede, no obstante, utilizarse positivamente para favorecer la evacuación en caso de estreñimiento o problemas digestivos.
Conclusión: si quieres aprovechar la vida al máximo, debes contar con unas buenas reservas de magnesio. Para solventar con éxito la carencia de este mineral, la ingesta durante varios meses es la estrategia más prometedora. Además, un preparado complementario de magnesio es una apuesta segura si aumenta la demanda de nuestro organismo. En el caso de dosis elevadas, se recomienda repartir la toma a lo largo del día para optimizar la tolerancia.
Aquí encontrarás más información sobre nuestras especialidades:
Más literatura sobre este tema:
Barbagallo M, Veronese N, Dominguez L.J. 2022. Magnesium in Type 2 Diabetes Mellitus, Obesity, and Metabolic Syndrome. Nutrients. 2022 Feb; 14(3): 714. Published online 2022 Feb 8. doi: 10.3390/nu14030714
Magnesium: Biochemistry, Nutrition, Detection, and Social Impact of Diseases Linked to Its Deficiency. Fiorentini D et al. 2021. Nutrients. 2021 Mar 30;13(4):1136. doi: 10.3390/nu13041136.
Barbagallo, M.; Veronese, N.; Dominguez, L. J. Magnesium in Aging, Health and Diseases. Nutrients 2021, 13 (2), 463. https://doi.org/10.3390/nu13020463.
Pickering, G.; Mazur, A.; Trousselard, M.; Bienkowski, P.; Yaltsewa, N.; Amessou, M.; Noah, L.; Pouteau, E. Magnesium Status and Stress: The Vicious Circle Concept Revisited. Nutrients 2020, 12 (12), 3672. https://doi.org/10.3390/nu12123672.
Del Gobbo, L. C.; Imamura, F.; Wu, J. H.; de Oliveira Otto, M. C.; Chiuve, S. E.; Mozaffarian, D. Circulating and Dietary Magnesium and Risk of Cardiovascular Disease: A Systematic Review and Meta-Analysis of Prospective Studies123. Am. J. Clin. Nutr. 2013, 98 (1), 160–173. https://doi.org/10.3945/ajcn.112.053132.
Schutten, J. C.; Joosten, M. M.; de Borst, M. H.; Bakker, S. J. L. Magnesium and Blood Pressure: A Physiology-Based Approach. Adv. Chronic Kidney Dis. 2018, 25 (3), 244–250. https://doi.org/10.1053/j.ackd.2017.12.003.
BIOGENA Mikronährstoffcoach. 2024. https://www.mikronaehrstoffcoach.com/de/at/mikronaehrstoffe/micronutrient.magnesium.html#Interaktionen , Zugriff: 7.10.2024.
National Institutes of Health (NIH). Office of Dietary Supplements: https://ods.od.nih.gov/factsheets/Magnesium-HealthProfessional/, Zugriff: 7.10.2024.