Salud femenina

¿Qué necesitan las jóvenes?

Ciclo menstrual

El hecho de que nos enfrentemos a los problemas con facilidad o de que nos molesten rápidamente depende en gran medida de nuestro reloj menstrual interno. El apetito, la forma física, la apariencia, el carisma sexual y mucho más están influenciados por el cóctel hormonal que se vuelve a mezclar de nuevo cada día. El ciclo mensual tiene lugar hasta 400 veces en la vida de una mujer. Esto lo convierte en el generador de relojes más importante del cuerpo femenino, justo después del ritmo del sueño, y se refleja tanto en el estado físico como en el emocional.

Para mostrar también una cierta ligereza en los días "antes de los días", se puede recomendar a las mujeres ciertos micronutrientes. Especialmente relevante es el Vitex agnus-castus, que mantiene el bienestar fisiológico durante el ciclo menstrual. La vitamina B6 también contribuye al equilibrio hormonal de la mujer, ya que ayuda a regular la actividad hormonal.

El hierro es cosa de mujeres

Si bien el hierro estuvo de moda en los años 70 y 80, en los últimos años se ha impuesto otro tipo de moda para la salud. Sin embargo, la carencia de hierro sigue siendo relevante en todo el mundo. El hierro está considerado como un comodín para la salud. La carencia de hierro no sólo afecta a las mujeres jóvenes durante la menstruación.

Las mujeres que están esperando un bebé, que dan el pecho, que hacen ejercicio regularmente, que llevan una dieta estrictamente vegetal o que siguen una dieta de reducción de peso también deben vigilar su suministro de hierro. Porque si quieres cumplir con las exigencias de la vida diaria, necesitas suficiente hierro. De dos a cuatro gramos, el hierro es el oligoelemento más abundante en el organismo y es un componente del pigmento rojo de la sangre, la hemoglobina. Por lo tanto, el hierro tiene una gran influencia en el transporte de oxígeno. Pero el hierro también es esencial para el equilibrio energético, el sistema inmunitario o la división celular. Por lo tanto, un equilibrio completo de hierro constituye la base del bienestar, la energía y el rendimiento.

Embarazo y Lactancia

El embarazo es probablemente uno de los mayores milagros de la naturaleza. Si le preguntas a Google, podrás adivinar el amplio abanico de cambios que trae consigo "esta circunstancia". Los timoneles de este trastorno físico, pero también emocional, son una vez más las hormonas. Su "danza" comienza en cuanto el óvulo es fecundado. Con el crecimiento del feto, el cuerpo femenino se reconstruye de nuevo. Se crea una nueva vida. 

Todavía no se ha inventado una receta para el embarazo modelo, pero una dieta sana y un estilo de vida equilibrado son la base del equipo madre-bebé. Durante el embarazo, las necesidades nutricionales de la madre aumentan hasta un 100%. Ahora más que nunca, hay que prestar atención al suministro de vitaminas, minerales y oligoelementos. El estilo de vida y la dieta de la madre tienen una influencia decisiva en el crecimiento y el desarrollo físico y mental del feto. Incluso más tarde, durante la lactancia, las necesidades de nutrientes siguen aumentando: la calidad de la leche materna está directamente relacionada con la nutrición de la madre.

Los suplementos nutricionales hechos a medida proporcionan a las mujeres embarazadas, a las madres lactantes y a las que quieren tener hijos (especialmente importante en este caso: ¡el ácido fólico!) las vitaminas y los oligoelementos más importantes. Los expertos en nutrición también recomiendan que las mujeres embarazadas y lactantes tomen ácido graso omega-3 DHA, que contribuye al desarrollo normal de los ojos y el cerebro del feto y del lactante. Para que tenga efecto, es necesaria una ingesta de al menos 200 mg de DHA, además de la cantidad diaria recomendada de 250 mg de ácidos grasos omega-3 a través de la dieta materna.

¿Qué necesitan las mujeres mayores?

Menopausia

En la mediana edad, la danza de las hormonas adquiere una nueva coreografía. Mientras que antes los investigadores pensaban que unas 200 hormonas coordinaban nuestras funciones corporales, ahora se cree que hay más de 1.000. Muchos de estos mensajeros químicos disminuyen en la mediana edad, pero ninguno de ellos nos sacude tan notablemente como los de las hormonas sexuales (estrógeno o testosterona). La razón de ello es probablemente, por un lado -especialmente en las mujeres-, su descenso relativamente brusco, y por otro, su enorme influencia en nuestro organismo. Así, las hormonas sexuales conforman nuestra identidad, nuestros sentimientos, acciones y pensamientos. Además, intervienen en muchos otros procesos vitales, como el metabolismo de los huesos o el de las grasas. Por eso no es de extrañar que muchas mujeres pasen por una montaña rusa de emociones durante la menopausia, marcada por retos individuales como los cambios de humor, la sudoración o los problemas de sueño.

Huesos y osteoporosis

Aunque parezcan tan rígidos e inmóviles, los huesos no son materia muerta. Como tejido vivo, están en una fase de remodelación constante a lo largo de la vida. Según la edad, predominan los procesos de formación o de degradación. La densidad ósea suele alcanzar su valor máximo entre los 30 y los 35 años. Después, predominan los procesos de degradación. Los cambios hormonales a lo largo de los años pueden poner a prueba los huesos femeninos, ya que la pérdida de masa ósea después de la menopausia aumenta del 1% hasta el 4% anual debido a la caída de los niveles de estrógenos.

Sin duda, la estabilidad de los huesos es un proyecto a largo plazo cuyos cimientos se establecen a una edad temprana. No obstante, toda mujer debería cuidar su aparato ósea ahora, como muy tarde. Una dieta base rica en nutrientes, con muchos ingredientes frescos (especialmente fruta, verdura, frutos secos y semillas), junto con una atención especial a un suministro suficiente de vitamina D durante todo el año -es decir, tomar el sol de forma moderada en la temporada de luz, sustituir la vitamina D en la temporada de oscuridad o en el caso de tomar el sol con poca frecuencia- es la base de unos huesos estables hasta la vejez.

Los suplementos dietéticos hechos a medida también pueden ayudar a completar los micronutrientes adecuados, sobre todo el calcio, el fósforo, la vitamina D y la vitamina K. Además, el ejercicio regular debe figurar en el orden del día, ya que sólo bajo estrés los minerales de los alimentos se incorporan cada vez más a las estructuras óseas.

Ser mujer es fácil: estas vitaminas, minerales y extractos de plantas ayudan.

Las mujeres se enfrentan a numerosos retos a diario. Muchas mujeres hacen malabarismos entre el trabajo, la familia y el ocio, lo que requiere fuerza y atención. El respaldo y el apoyo pueden ser muy necesarios, y no sólo desde fuera, sino también desde dentro: Las vitaminas, los minerales y los extractos de plantas pueden apoyar a las mujeres en todas las fases de su vida y ayudarlas a superar los retos diarios. Los que están bien abastecidos pueden disfrutar de la vida cotidiana con más facilidad y aprovechar todo el potencial en cada situación.