Oligoelementos

Los oligoelementos son elementos químicos que sólo están presentes en el organismo humano en cantidades muy pequeñas, es decir, en trazas. Los ejemplos más conocidos son el zinc, el hierro, el selenio y el silicio.

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Oligoelementos esenciales en el cuerpo humano

  • Cromo (Cr)
  • Cobalto (Co)
  • Hierro (Fe)
  • Yodo (I)
  • Cobre (Cu)
  • Manganeso (Mn)
  • Molibdeno (Mo)
  • Selenio (Se)
  • Silicio (Si)
  • Zinc (Zn)

Estos oligoelementos se denominan esenciales porque su ausencia en el cuerpo puede provocar disfunciones en el organismo.

Pequeñas cantidades que juegan un gran papel

Necesitamos la presencia -aunque sea pequeña- de los oligoelementos esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo.

Yodo 

Esencial para las hormonas tiroideas: Como componente de las hormonas tiroideas, el oligoelemento yodo desempeña un papel importante para la glándula tiroidea "aceleradora". A través de las hormonas tiroideas, la glándula tiroides controla una multitud de funciones corporales. Sus hormonas no sólo influyen en el recambio de oxígeno y energía en todo el cuerpo, sino también en el metabolismo de varias hormonas y regulan el equilibrio térmico. Además, controlan el desarrollo de los órganos, el crecimiento y el metabolismo de las proteínas y las grasas. Las fuentes naturales importantes de yodo en la dieta son principalmente el pescado de mar y el marisco. Especialmente durante el embarazo, aumenta la necesidad de este oligoelemento, que es esencial para el desarrollo mental del feto.

Manganeso

Oligoelemento para los huesos: El manganeso es un oligoelemento esencial que se encuentra en cantidades muy pequeñas en el organismo en comparación con otros micronutrientes esenciales. A pesar de su escasa presencia, el manganeso desempeña un papel importante en numerosos procesos metabólicos. Por ejemplo, el manganeso es necesario para el mantenimiento de los huesos normales y para el metabolismo energético normal. Además, como componente de la enzima antioxidante SOD (superóxido dismutasa), el manganeso contribuye a proteger las células del daño oxidativo de los radicales libres. El manganeso está presente tanto en los tejidos animales como en los tejidos vegetales, pero estos últimos se consideran más ricos en manganeso.

Cromo

Un oligoelemento importante del metabolismo del azúcar: El cromo es un oligoelemento esencial que desempeña un papel importante en el metabolismo del azúcar del organismo. Después de comer, la glucosa derivada de los hidratos de carbono es transportada a las células. La insulina es necesaria para este proceso. Sin embargo, el cromo también desempeña un papel activo en este proceso y, por tanto, contribuye a mantener los niveles normales de azúcar en sangre. Diversas circunstancias pueden conducir a una mayor necesidad de este oligoelemento. El cromo es especialmente importante en una dieta occidental típica rica en hidratos de carbono, ya que interviene en el aprovechamiento de los macronutrientes (por ejemplo, los hidratos de carbono y las grasas). El aumento de la edad o una alta carga de trabajo deportivo también pueden aumentar las necesidades diarias de cromo. Encontramos cantidades significativas de cromo principalmente en el hígado de ternera, la levadura de cerveza y el germen de trigo, pero también en los productos integrales y la carne. En cambio, se considera que la fruta y muchas verduras disponen de un contenido bastante bajo de cromo. 

Molibdeno

Importante para el metabolismo de las proteínas que contienen azufre: El molibdeno es un oligoelemento poco conocido que participa en el metabolismo natural de los aminoácidos que contienen azufre en el organismo humano. Dado que el cuerpo no puede producir molibdeno por sí mismo, es uno de los oligoelementos esenciales que debe suministrarse regularmente a través de la dieta. Entre los alimentos especialmente ricos en molibdeno se encuentran las alubias, las verduras de hoja, los frutos secos y el hígado. Además, beber agua mineral o agua del grifo dura también puede contribuir al suministro diario de molibdeno. 

Selenio

El selenio fue descubierto en 1818 por el químico sueco Berzelius. Debido a su brillo gris plateado, recibió el nombre de la diosa griega de la luna, Selene. El selenio es un componente importante de muchas enzimas y proteínas. Entre otras cosas, el selenio interviene en la regulación del metabolismo y del tiroides, favorece el mantenimiento del cabello y las uñas en buen estado y, como componente de la red antioxidante, contribuye a la protección de las células contra las moléculas agresivas, los llamados radicales libres.

El selenio está contenido en gran parte en la fracción proteínica. Por ello, los alimentos ricos en selenio son la carne, el pescado, la casquería y los frutos secos. El contenido de selenio de las nueces de Brasil es especialmente destacable, ya que aporta aproximadamente entre 70 y 90 µg de selenio por nuez.

Zinc

El zinc es el segundo oligoelemento más abundante en el organismo después del hierro y es necesario para numerosos procesos bioquímicos. Entre otras cosas, el zinc contribuye al mantenimiento de un sistema inmunitario normal y ayuda a proteger las células del estrés oxidativo. Además, muchas funciones celulares están influenciadas por el zinc: es un componente de muchas enzimas, interviene de forma reguladora en el equilibrio hormonal y es un componente de la síntesis de proteínas o bloques de construcción del ADN. Además, interviene en el crecimiento y la diferenciación celular.

Los alimentos de origen animal son de especial importancia en el aporte de zinc a los seres humanos. Por un lado, suelen contener mayores concentraciones de zinc y, por otro, la biodisponibilidad del zinc de origen animal también es mayor. Las fuentes vegetales de zinc son las espinacas, la avena, el germen de trigo y los productos integrales.

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Cobre

El cobre es uno de los oligoelementos menos conocidos. Es un componente de numerosas enzimas y participa en muchos procesos metabólicos diferentes. Por ejemplo, el cobre interviene en la formación del tejido conjuntivo, en el transporte del hierro en el organismo o en el metabolismo nervioso y energético. También contribuye a las funciones inmunitarias normales y desempeña un papel en el sistema de protección antioxidante del organismo. La ingesta de cobre puede verse afectada por la ingesta prolongada de mayores cantidades de zinc. El cobre y el zinc compiten por su absorción en el organismo. Por lo tanto, hay que tener cuidado de asegurar una ingesta adecuada de cobre cuando se toma zinc a largo plazo.

Hierro

Después del oxígeno, el silicio y el aluminio, el hierro es el cuarto elemento más abundante en la superficie terrestre, con un 5% aproximadamente. En el cuerpo humano, está presente en una concentración de 50 a 60 mg por kg de peso corporal, lo que corresponde a una cantidad total de 3,5 a 4 g de hierro para una persona de 70 kg. El hierro es un componente de los glóbulos rojos y es necesario para la formación de la sangre y el transporte de oxígeno. El sistema inmunitario también depende de cantidades suficientes de hierro.

El hierro es sin duda el oligoelemento más destacado, ya que su carencia es muy frecuente. Alrededor de un 20% de las mujeres en edad fértil están desabastecidas de él. Por lo tanto, es aún más importante y mejor informarse con precisión sobre el tema.

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También hay otros oligoelementos que se encuentran en el cuerpo, pero no se ha aclarado si son esenciales. Entre ellos se encuentran el arsénico, el níquel, el vanadio y el estaño.

Sin embargo, otros elementos como el magnesio, el calcio, el sodio, el potasio y el fósforo son necesarios en mayor cantidad en el organismo. Suelen denominarse simplemente como minerales. Por lo tanto, la designación diferente se basa simplemente en la cantidad en que el organismo humano requiere el elemento.

Análisis de nutrientes

Para conocer con mayor precisión su propio estado de micronutrientes o su propio suministro de oligoelementos, es imprescindible una prueba de laboratorio. Los micronutrientes pueden detectarse en el organismo mediante dos análisis de sangre. Por un lado se puede examinar el suero, por otro lado también la sangre completa.

Especialmente en las personas mayores, este tipo de análisis de nutrientes suele detectar carencias de oligoelementos, como aprendemos en este vídeo.

Tras el análisis de laboratorio, en una conversación con su médico conocerá mejor sus valores sanguíneos y si existe un déficit en alguna zona.

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