Antioxidantes
Los antioxidantes son sustancias protectoras contra los radicales libres y hay mucho que saber sobre ellos. Puedes saber más sobre ellos y su presencia en los alimentos aquí.
Sustancias protectoras contra los radicales libres
¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes reducen o previenen los procesos oxidativos. Capturan las moléculas de oxígeno agresivas y se unen a ellas. Las moléculas de oxígeno unidas pierden su poder oxidativo. Estas moléculas de oxígeno de unión también se llaman radicales libres, de ahí que nos refiramos a los antioxidantes como “captadores de radicales”.
¿Por qué son importantes para nosotros los antioxidantes?
Los procesos oxidativos se asocian con diversos daños y procesos degenerativos del organismo humano. Por ejemplo, los procesos de envejecimiento típicos están esencialmente relacionados con los procesos oxidativos. En especial, la capacidad dañina a nivel celular de los radicales libres puede afectar de forma negativa a nuestra salud a largo plazo. Si el cuerpo está sometido a estrés oxidativo, los radicales libres proliferan.
Antioxidantes naturales conocidos
Con una dieta variada en la que predominen los alimentos frescos, consumimos muchos antioxidantes. Por ejemplo,
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la vitamina C
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la vitamina E
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los fitoquímicos como flavonoides, resveratrol, carotenoides
son antioxidantes.
Hay muchos otros antioxidantes, como determinadas proteínas y enzimas, y algunos también los produce el propio cuerpo a partir de otras sustancias. Oligoelementos como el selenio, el cobre, el zinc y el manganeso también están relacionados con la actividad antioxidante. Lo mismo se aplica a la coenzima Q10. En este contexto, también es interesante saber que ciertos antioxidantes se transmiten al bebé con la propia leche materna.
Estos alimentos contienen muchos antioxidantes
Las frutas (por ejemplo: uvas, arándanos, bayas de saúco, manzanas), verduras, huevos y aceites vegetales de alta calidad contienen antioxidantes, pero también estén presentes en el té verde. el café, la soja, el cacao, diversas especias y el vino tinto. Aquí resultan especialmente interesantes los fitoquímicos mencionados. Aunque estas sustancias vegetales secundarias no son vitales para la supervivencia de las plantas, realizan funciones importantes. Los fitoquímicos las protegen ante diversas influencias ambientales externas, como la radiación UV, los depredadores y otros factores nocivos. Sus efectos en el organismo humano todavía no han sido suficientemente investigados. Sin embargo, la evidencia apunta cada vez más a que los seres humanos se pueden beneficiar en gran medida de su absorción. Específicamente, debido el efecto antioxidante de muchas de estas sustancias. Ahora también se sabe que los distintos antioxidantes pueden potenciar mutuamente sus efectos, aunque aún no existen investigaciones concluyentes sobre este posible efecto sinérgico.
Más información sobre el estrés oxidativo
Los radicales libres per se no son dañinos para el organismo humano. De hecho, en pequeñas cantidades realizan funciones de señalización a modo de sustancias mensajeras de nuestro cuerpo. Sin embargo, su exceso desencadena estrés oxidativo. Según los hallazgos científicos actuales, los procesos de envejecimiento y las enfermedades suelen estar asociados a esta condición.
El organismo humano produce sus propios antioxidantes. Por lo tanto, el sistema de defensa del cuerpo también se defiende de los radicales libres. Como, en cierta medida, penetran en el cuerpo constantemente, la preparación del sistema inmunitario humano para defenderse se activa una y otra vez, como con una vacuna.
El papel de los radicales libres en el organismo humano es muy complejo debido a las interrelaciones descritas.
¿Cuanto más mejor?
Las investigaciones recientes sugieren que el cuerpo mantiene un cierto equilibrio entre antioxidantes y radicales libres hasta el nivel de la célula individual. Este equilibrio es importante para la salud del individuo y la integridad de las células. Por eso, la afirmación de que a más antioxidantes, más salud y juventud no se puede usar a la ligera. Esto siempre depende de cada persona y su condición física.
¿Se puede medir la actividad de los antioxidantes?
Existen varias opciones para la actividad antioxidante de diversas sustancias. Muchas de ellas se realizan con fluidos corporales. En el proceso, un sustrato se somete al ataque de un radical libre. Igualmente, se suministra un antioxidante para que desarrolle su actividad, por ejemplo, vitamina C. Entonces, se mide cuánto tiempo tarda el sustrato en oxidarse. Cuanto más largo sea este período, mayor será la capacidad antioxidante de la sustancia. En este contexto encontrarás pruebas como ORAC, TRAP o TEAC, cuyo cometido es medir la capacidad antioxidante.
Existen tests poco invasivos para medir el estado de los antioxidantes, por ejemplo, mediante ciertos métodos de medición de la luz a través de la piel, para lo que suele usarse un láser.
Antioxidantes como aditivos alimentarios
Hay varios antioxidantes autorizados como aditivos alimentarios, designados con un número E. Se utilizan para preservar y mantener la estabilidad de la comida. Al fin y al cabo, muchos alimentos se echan a perder a causa de procesos oxidativos.