Como matrona, las madres nuevas y futuras suelen hablarme de la pérdida de cabello. Muchas mujeres se sienten inseguras cuando se dan cuenta de que su cabello está más débil o, incluso, se está cayendo durante el embarazo o después del parto. Al mismo tiempo, la pérdida de cabello puede ser emocional y psicológicamente muy estresante, sobre todo, para las mujeres que sufren muchos cambios durante el embarazo o después del parto. Esto se debe a que el cabello se considera un rasgo de belleza y suele estar estrechamente relacionado con la autoestima. Una pérdida repentina del esplendor de nuestra melena puede provocar un fuerte descenso de la autoestima y causar confusión.
Este artículo te ayuda a entender los motivos de la caída del cabello durante o después del embarazo y te ofrece consejos para gestionarla.
¿Cuánto cabello es normal perder durante y después del embarazo?
La caída de cabello durante el embarazo y la lactancia no es algo inusual. De hecho, casi todas las mujeres experimentan cambios en su cabello durante estas fases.
Por lo general, se pierden entre 50 y 100 pelos al día. Durante el embarazo, esta pérdida suele ser menor, ya que los cambios hormonales hacen que el cabello permanezca más tiempo en la fase de crecimiento. Sin embargo, muchas mujeres experimentan una mayor pérdida de cabello después del parto, la llamada “caída de cabello postparto”. Durante esta fase, es normal perder hasta 300 pelos al día.
Causas de la caída excesiva del cabello
¿Por qué se cae el pelo durante el embarazo?
Durante el embarazo, el cuerpo sufre muchos cambios hormonales. Los estrógenos, cuya producción aumenta durante el embarazo, contribuyen a que el cabello se mantenga durante más tiempo en fase de crecimiento y se caiga menos.
Sin embargo, si el equilibrio de las hormonas se ve alterado, por ejemplo, por estrés, problemas de tiroides o un déficit de nutrientes, el pelo también puede caerse durante el embarazo.
Causas de la caída del cabello después del embarazo
Tras el parto, los niveles hormonales, especialmente de estrógenos, disminuyen. Esto hace que muchos pelos pasen de la fase de crecimiento a la de reposo a la vez; como resultado, el pelo empieza a caerse varias semanas más tarde. Se trata de un proceso natural que se produce aproximadamente entre dos y cuatro meses tras el parto. Los cambios hormonales, la lactancia y la falta de sueño pueden potenciar aún más este efecto.
Niño o niña: ¿influye el sexo del bebé?
Una leyenda urbana muy extendida es que la pérdida de cabello, o incluso el tipo de pérdida de cabello, puede estar relacionada con el sexo del bebé. Sin embargo, no hay evidencias científicas que avalen una relación entre el sexo del bebé y la caída del cabello. De hecho, la pérdida de cabello se ve más afectada por factores hormonales y genéticos.
Tipos de pérdida del cabello: caída del cabello a mechones o circular
Durante el embarazo y después del parto, algunas mujeres notan que el pelo se les cae a mechones. Esto puede ser aterrador, pero en la mayoría de los casos se trata de una reacción normal a los cambios hormonales.
La pérdida de cabello circular (alopecia areata) es un fenómeno más infrecuente. Se trata de una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca las raíces del cabello. Si se observan calvas circulares en la cabeza, se recomienda acudir a un dermatólogo.
¿Cuánto dura la caída del cabello después del embarazo?
La pérdida del cabello después del embarazo suele iniciarse de dos a cuatro meses después del parto y puede durar hasta seis meses. En raras ocasiones, la caída del cabello puede durar hasta un año después del nacimiento. Sin embargo, la mayoría de las veces, el crecimiento del cabello se normaliza entre seis y nueve meses tras el parto.
Qué hacer frente a la caída del cabello: apoyo con vitaminas y nutrientes
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para la salud y la belleza de tu cabello.
Algunas vitaminas y minerales, como la biotina (vitamina B7), el zinc, el hierro y la vitamina D, y los aminoácidos que contienen azufre, como la cistina o la metionina, son especialmente importantes. La falta de estos nutrientes puede promover la pérdida de cabello. Los ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de pescado y el aceite de algas, también pueden potenciar el crecimiento del cabello al favorecer el equilibrio hormonal y la circulación del cuero cabelludo, además de reducir la inflamación de los folículos capilares.
Un déficit de biotina (vitamina B7) suele asociarse con la pérdida de cabello, ya que es fundamental para la formación de queratina, el componente principal del cabello.
La carencia de esta vitamina puede provocar uñas frágiles y una mayor caída del cabello. Si bien la deficiencia de biotina es relativamente rara, puede ser más frecuente en algunos grupos de riesgo, como madres lactantes o personas con enfermedades gastrointestinales crónicas (incluida la colonización defectuosa de la flora intestinal). Los estudios demuestran que tomar suplementos de biotina en estos casos puede reducir la caída del cabello y mejorar su crecimiento.
El ácido pantoténico, también conocido como vitamina B5, es otro nutriente importante para el cabello. Como componente clave de la coenzima A, esta vitamina interviene en muchas áreas de nuestro cuerpo. Por ejemplo, el ácido pantoténico está implicado en la formación de una piel sana y la formación del cabello en la raíz.
Un estudio clínico demostró que el uso de un preparado de cisteína y ácido pantoténico durante cuatro meses podía mejorar la calidad del cabello y ralentizar su caída en personas con pérdida de cabello difusa y una estructura capilar alterada.
El hierro es un componente importante para tu cabello:
Un estudio ha demostrado que la carencia de hierro también puede desempeñar un papel importante en la pérdida de cabello postparto:
- El cuerpo femenino pierde sangre y hierro durante el parto.
- Durante la lactancia, el aumento de la demanda de hierro, combinado con la liberación de hierro a través de la leche materna, puede provocar una deficiencia.
El hierro es necesario para proporcionar suficiente oxígeno a los folículos pilosos. Además, es un componente clave de las proteínas que los forman. Un suministro deficiente afecta al crecimiento del cabello, lo que puede favorecer su caída. Las mujeres con déficit de hierro después del parto suelen tener un cabello debilitado o sufrir un aumento de su caída.
Evitarlo desde el principio: ¿puede prevenirse la pérdida de cabello relacionada con el embarazo?
Evitar por completo la caída hormonal del cabello es difícil, ya que está estrechamente relacionada con los cambios naturales del cuerpo. Sin embargo, puedes tomar algunas medidas para mantener tu cabello sano.
Sigue una dieta equilibrada y rica en nutrientes, evita el exceso de estrés, cuida tu cabello con mimo y habla con tu médico o matrona en caso de duda o si notas cambios importantes.
Conclusión
La pérdida del cabello durante el embarazo y la lactancia puede ser preocupante, pero en la mayoría de los casos es una reacción natural del cuerpo humano. Con las precauciones adecuadas, una dieta saludable y los nutrientes idóneos, el crecimiento del cabello suele volver a su estado habitual. Sin embargo, si sospechas que tu caída del cabello va más allá de lo normal, no dudes en buscar ayuda profesional.
Preguntas frecuentes sobre la caída del cabello durante y después del embarazo
Intenta seguir una dieta equilibrada y reduce el estrés. Además, apoya a tu cuerpo con un preparado de micronutrientes de alta calidad especialmente diseñado para el embarazo o la lactancia.
Si sospechas de la existencia de un déficit de nutrientes, un análisis de sangre en Biogena Plaza o con nuestros socios de diagnóstico puede proporcionarte información.
En la mayoría de los casos, la pérdida de cabello se inicia después del parto. Durante el embarazo, es menos probable que se observe. Si se produce, aparece normalmente en el último tercio de la gestación.
El cabello permanece durante más tiempo en fase de crecimiento, por lo que muchas mujeres presentan una melena con más volumen durante el embarazo.
La falta de biotina, zinc, hierro o vitamina D puede causar o intensificar la caída del cabello. Un suministro deficiente de aminoácidos con contenido en azufre también puede afectar a la producción de cabello.
La pérdida de cabello comienza aproximadamente entre dos y cuatro meses después del parto y puede durar hasta seis meses o, a veces, incluso un año.
Una dieta equilibrada, un cuidado delicado del cabello y el uso de suplementos dietéticos especiales pueden ayudar.
La lactancia materna no causa en sí la caída de cabello, pero los cambios hormonales posteriores al parto influyen y pueden persistir durante la lactancia. La escasez de nutrientes debido a la pérdida de sangre y a la “robo de nutrientes” por parte de tu pequeño tesoro puede contribuir a esta pérdida.
Fuentes:
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