La ashwagandha, también conocida como la "Reina del Ayurveda" y baya del sueño, es una planta tradicional que te ayuda a conciliar el sueño, te apoya durante el estrés y aumenta tu resistencia a los factores estresantes. Cada vez más personas descubren esta poderosa raíz, valorada por su efecto equilibrante desde hace miles de años. Sumérjase en la fascinante historia de esta planta especial y descubra por qué la ashwagandha es hoy más relevante que nunca.
Baya del sueño, ginseng indio, bufera: la ashwagandha (Withania somnifera) recibe muchos nombres. Originaria de África y Asia, la “Reina del Ayurveda” se extendió desde estas regiones a otros países y ahora también se encuentra en el sur de Europa, las Islas Canarias y Cabo Verde. La planta adora los suelos arenosos o rocosos y alcanza una altura de crecimiento de hasta 160 cm en buenas condiciones. Por fuera, esta planta herbácea de la familia de las solanáceas presenta hojas ovaladas o alargadas de color verde menta a verde oliva. El envés de las hojas está cubierto de pelos finos. En su época de floración, entre julio y septiembre, la planta forma flores relativamente discretas en forma de campana, a partir de las cuales se forman llamativos frutos rojos.
Uno de los nombres de la ashwagandha es “baya del sueño”, pero no es el fruto de la planta lo que se utiliza en el campo de la salud. Estas frutas tienen una apariencia atractiva y recuerdan a los fisalis, pero su sabor es desagradable por su alto contenido en alcaloides.
Por eso, las personas del hemisferio occidental prestan más atención a las raíces de la ashwagandha que crecen bajo el suelo. Esta raíz gruesa de color blanco a marrón contiene una interesante mezcla de ingredientes botánicos secundarios.
En el ayurveda se llega a utilizar toda la planta para aprovechar el espectro completo de ingredientes activos. Y es que los valiosos withalónicos responsables de las propiedades adaptógenas de la ashwagandha se encuentran en toda la planta.
La ciencia moderna está especialmente interesada en los withanólidos naturales: withanólido A, withaferina A y withanólido D. Además, la ashwagandha también proporciona otros ingredientes secundarios como saponinas, taninos y flavonoides, así como abundante hierro.
Los withanólidos son un grupo de sustancias vegetales naturales de la ashwagandha y tienen propiedades adaptógenas. Los adaptógenos son fitonutrientes que ayudan al organismo a adaptarse a situaciones de estrés físico y emocional.
La ashwagandha no contiene un único withanólido biológicamente activo, sino que se han identificado unas 40 variantes diferentes hasta la fecha. Entre los diversos withanólidos, los más comunes son el withanólido A, la withaferina A, la withanona y el withanólido D.
Las personas para las que la palabra “ashwagandha” y el sobrenombre de “Reina del Ayurveda” evoquen imágenes de cuentos de hadas de origen indio de sorprenderán con su significado original. En sánscrito, una antigua lengua india, “ashwagandha” significa “olor a caballo”, un nombre que probablemente se debe a su aroma característico. Algunos expertos en ayurveda también lo consideran un indicio de que la planta “puede despertar al semental que llevamos dentro”. Sin embargo, este no es el único beneficio para la salud que nos ofrece la ashwagandha.
Esta fue la conclusión de un ensayo clínico en el que personas con estrés persistente tomaron 300 mg de extracto de ashwagandha dos veces al día durante ocho semanas. Su efecto relajante y calmante convierte a la ashwagandha en un “somnífero” ideal, sobre todo, para las personas con problemas para conciliar el sueño a causa del estrés.
La ashwagandha se ha utilizado en Ayurveda durante miles de años para favorecer la vitalidad y el bienestar, así como para fortalecer el vigor y cuidar el alma. Como adaptógeno de origen vegetal, favorece nuestra adaptabilidad, aumenta la resistencia contra el estrés y ayuda que quienes lo sufren a encontrar la calma. Estudios en humanos también confirman que la ashwagandha cumple lo que promete.
Los trastornos del sueño son un fenómeno característico de la era moderna. Sin embargo, como tantas otras veces, los problemas actuales tienen soluciones tradicionales. El sobrenombre de “baya del sueño”, de la especie latina somnifera sugiere que la ashwagandha invita a dormir. Se cree que el efecto calmante de la ashwagandha se deba a su influencia sobre en el sistema GABA.
Los tiempos han cambiado y tener un sistema inmunitario potente se considera ahora mucho más importante. La ashwagandha respalda el sistema de defensa de nuestro cuerpo, según concluyó un estudio aleatorizado reciente, controlado con placebo y de doble ciego, en el que la ingesta de 60 mg de ashwagandha durante 30 días mejoró el perfil inmunitario de los adultos sanos.
Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben consultar a su médico antes de tomar raíz de ashwagandha. Las personas que utilicen medicamentos para la tiroides o que tomen sedantes también deben consultar a su médico antes de tomarla.
Para que la ashwagandha tenga el efecto deseado, hay que consumirla en el momento adecuado. Para disfrutar del efecto antiestrés de la baya del sueño, se recomienda tomar la ashwagandha antes de las comidas. Si tiene dificultades para conciliar el sueño por las noches y desea utilizar Ashwagandha como una especia de “somnífero”, deberían consumirla antes de irse a dormir.
Las cosas buenas requieren tiempo. Como muchas sustancias naturales, los efectos de la ashwagandha tardan entre unos días y unas semanas en percibirse.
En cuanto a la dosificación, lo mejor es seguir las recomendaciones de fabricantes de primera clase o de un experto. Por lo general, las cantidades diarias recomendadas suelen oscilar entre 400 y 600 mg diarios de ashwagandha.
Si buscas ashwagandha de primera calidad, la encontrarás en BIOGENA. Ashwagandha Fusion Complete de BIOGENA no solo contiene extracto de alta calidad de la raíz de Withania somnifera, sino también de toda la planta, logrando así un alto contenido de withanólidos de 35 mg en total. Este suplemento te ayudará a darte un pequeño respiro de forma nutritiva y volver a encontrar tu equilibrio interior.
