Fitness y salud

¿Cómo prevenir y detectar la osteoporosis?

de Lisa Ressi, MSc
el 04.10.2023
¿Cómo prevenir y detectar la osteoporosis? ¿Cómo prevenir y detectar la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad ósea que llega de forma silenciosa. Tras mucho tiempo sin síntomas, un día de pronto se nota un crujido en la región lumbar, o un pinchazo en la espalda. Sin embargo, los facultativos médicos especializados en esta enfermedad suelen ser los primeros en darse cuenta de su presencia, ya sea por una rápida pérdida de estatura o por una fractura ósea. Cuanto antes se conozca la densidad ósea de una persona, antes se podrá reaccionar tomando medidas saludables para los huesos, si fuera necesario. Pero, ¿cómo prevenir la osteoporosis y cómo detectarla? Aclaramos esto y mucho más en esta publicación.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad ósea que reduce la densidad, la calidad y la resistencia de los huesos. La pérdida de densidad ósea es normal, e incluso natural, a partir de una determinada edad. Sin embargo, en la osteoporosis (= pérdida de hueso) y en su precursora, la osteopenia, la masa ósea se degrada en mayor medida. Los huesos pierden densidad y estabilidad, por lo que aumenta el riesgo de fractura ósea.

La osteoporosis no solo afecta a las personas mayores. En la osteoporosis juvenil, la densidad ósea se reduce ya en la infancia y la adolescencia. Las posibles causas son la deficiencia de calcio y/o vitamina D, así como un estilo de vida sedentario.

¿Osteopenia u osteoporosis? La evolución de la osteoporosis:

En términos sencillos, el término osteopenia describe una fase intermedia entre el hueso sano y la osteoporosis. Ya en esta fase, la densidad ósea es menor en comparación con el hueso normal, pero aún no es osteoporosis. Importante: La osteopenia no tiene por qué acabar necesariamente en osteoporosis.

La densidad ósea suele determinarse mediante procedimientos especiales de rayos X (p. ej., densitometría) en la columna vertebral y la cadera. Si la densidad ósea es demasiado baja para la edad —dependiendo de cuánto de grande es esa diferencia —, significa que la osteopenia o la osteoporosis ya están presentes. Entonces, hay que ponerse manos a la obra.

¿Qué se entiende por osteoporosis manifiesta?

La osteoporosis manifiesta se da cuando ya se ha producido al menos una fractura ósea relacionada con la osteoporosis como consecuencia visible de dicha osteoporosis.

Osteoporosis: una enfermedad poco reconocible con consecuencias significativas a medida que avanza la edad

Ya es una de las enfermedades más frecuentes en Europa Central. Aproximadamente 2,8 millones españoles ya se han visto afectados por la osteoporosis. Sin embargo, dado que la osteoporosis se produce principalmente a una edad avanzada, los jóvenes a menudo no suelen darle mucha importancia a esta enfermedad. Un error fatal, ya que a partir de los 35 años ya se produce una caída de la masa ósea, primero muy lentamente, pero después, especialmente cuando no se toman medidas relacionadas con el ejercicio físico y la dieta, con cada vez mayor velocidad.

Signos y síntomas de la osteoporosis: ¿cómo se puede detectar la pérdida ósea de forma temprana?

La osteoporosis no puede notarse ni detectarse rápidamente por otros síntomas. Sin embargo, la pérdida de masa ósea se produce inevitablemente y puede detectarse y bloquearse hasta un cierto grado con mediciones especiales de la densidad ósea. Con frecuencia, los genes, entre otras cosas, desempeñan un papel decisivo. Es importante prestar especial atención a si también nuestros padres padecen esta enfermedad, si por ejemplo tienen la espalda encorvada, han perdido estatura o ya han sufrido una fractura del cuello del fémur.

Menopausia y densidad ósea

Para las mujeres, el inicio de la menopausia en torno a los 50 años de edad es un momento problemático, ya que en el climaterio se acelera la tasa de pérdida ósea. ¿Por qué? La producción de hormonas sexuales femeninas en los ovarios disminuye, y la caída de los estrógenos provoca una pérdida ósea aún mayor.

Si la disminución de la densidad ósea relacionada con la edad en las personas más jóvenes es en promedio de un 1,5 % por año, esta cifra aumenta hasta un 5 % tras la menopausia. Durante este tiempo, es muy recomendable realizar mediciones de la densidad ósea. Después de todo, si la osteoporosis o la osteopenia precursora se detectan a tiempo, se pueden contrarrestar.

¿La osteoporosis solo afecta a las mujeres, o también a los hombres?

La osteoporosis no es meramente una “enfermedad femenina”. Los hombres se ven afectados con mucha más frecuencia de la que se suele considerar. Además de los factores hereditarios, el estilo de vida “típicamente masculino” también se asocia a algunos factores de riesgo. Así, por ejemplo, la osteoporosis en los hombres se debe a hábitos alimenticios poco saludables, consumo excesivo de alcohol, falta de ejercicio y tabaquismo.

¿Cuáles pueden ser las causas de la osteoporosis?

Cuando se pregunta por las causas de la osteoporosis, muchos desearían que hubiera una razón claramente reconocible, ya sea una deficiencia nutricional, un fármaco o la predisposición genética. Sin embargo, normalmente son varias las causas de la osteoporosis.

¿Qué es la osteoporosis primaria y secundaria?

Los médicos distinguen entre osteoporosis primaria y secundaria. La osteoporosis primaria se produce cuando la enfermedad se desarrolla sin una causa identificable. Por el contrario, la osteoporosis secundaria se produce como resultado de una enfermedad subyacente, como p. ej. un trastorno hormonal, hipertiroidismo o una enfermedad gastrointestinal crónica.

Ciertos factores del estilo de vida, enfermedades o medicamentos especiales pueden contribuir al desarrollo de la osteoporosis.

Nutrición y estilo de vida:

  • sedentarismo
  • predisposición genética
  • dieta baja en calcio
  • deficiencia de vitamina D
  • consumo excesivo de alcohol
  • consumo excesivo de nicotina
  • Falta de estrógenos (p. ej., menopausia, inicio tardío de la pubertad, extirpación de los ovarios)
  • bajo peso crónico, trastornos de la alimentación

Ciertas enfermedades, como p. ej.:

  • trastornos gastrointestinales (p. ej., alteraciones en el aprovechamiento de nutrientes, reducción del estómago, enfermedad inflamatoria intestinal crónica)
  • enfermedades reumáticas
  • hiperparatiroidismo
  • diabetes tipo 1
  • insuficiencia renal
  • debilidad pancreática
  • cirrosis hepática

Ciertos medicamentos, como p. ej.:

  • glucocorticoides (cortisona)
  • antidepresivos
  • inhibidor de la bomba de protones (protector de estómago)
  • tratamiento con heparina a largo plazo
  • sobredosis de hormonas tiroideas

Prevención en lugar de tratamiento: ¿cómo se puede prevenir la osteoporosis?

Tener unos huesos fuertes es un proyecto a largo plazo en el que merece la pena invertir: la base es una dieta equilibrada con un alto contenido de frutas y verduras, un buen suministro de vitamina D durante todo el año y ejercicio físico regular hasta la edad avanzada. Además, se aplica lo siguiente: las medidas que ayudan a prevenir la osteoporosis son una parte importante del tratamiento, incluso en presencia de osteoporosis.

Una dieta para huesos fuertes

Para unos huesos estables, tener una alimentación adecuada para unos huesos fuertes desempeña un papel esencial tanto en la juventud como a edades avanzadas. Además de una dieta rica en nutrientes alcalinos y rica en vitaminas (con abundancia de verduras, hierbas y fruta), se debe mantener un nivel óptimo de vitamina D durante todo el año, es decir, tomar el sol de forma moderada entre abril y octubre, así como un aporte complementario de vitamina D durante el resto del año.

Vitaminas y minerales relevantes para los huesos

Calcio: El calcio es bueno para los huesos. Muchos de nosotros hemos aprendido esta regla ya en la escuela primaria. Aunque este mineral no construye nuestros esqueletos por sí solo, es su componente estructural más importante. En este caso, aproximadamente el 98 % del calcio corporal total se encuentra en los huesos.

Vitamina D: Durante mucho tiempo, la gran mayoría de la gente únicamente relacionaba el calcio con el estado de los huesos. Sin embargo, gracias a muchos años de trabajo divulgativo, se ha conseguido aumentar la concienciación sobre la importancia de otro nutriente para los huesos, la vitamina D. Esta vitamina liposoluble es necesaria para absorber el calcio del intestino e incorporarlo a los huesos.

Vitamina K: Muchas menos personas saben que también la vitamina K es importante para tener unos huesos sanos. Así, por ejemplo, esta vitamina liposoluble desempeña un papel esencial en la activación de la formación ósea.

Suplementos alimenticios

Unos suplementos alimenticios bien formulados pueden proporcionar a nuestros huesos los micronutrientes adecuados. Los compuestos recomendados se basan en los resultados de los estudios más recientes. Además de la vitamina D, el calcio y la vitamina K2, también otros nutrientes óseos menos conocidos, como el magnesio, el fósforo, el manganeso, el zinc y el boro, pueden ayudar a fortalecer los huesos. Sin embargo, para estimular la mineralización ósea, no puede faltar otra medida importante:...

...el ejercicio físico y el entrenamiento de fuerza

Piedra movediza, nunca moho la cobija. No hay afirmación más apropiada cuando se trata de la salud ósea. Ya sea correr, saltar a la comba, jugar al tenis o hacer senderismo, los deportes que ejercen presión sobre nuestros huesos indican al organismo que merece la pena invertir en la mineralización ósea. Todos los grupos de edad deberían sentirse aludidos: cuando somos jóvenes, el ejercicio físico ayuda a desarrollar la densidad de los huesos, aumentando así la masa máxima ósea, es decir, la densidad mineral ósea máxima de los seres humanos, que es la que alcanzan los adultos de aprox. 30 años con huesos sanos. En edades más avanzadas, el ejercicio físico y el entrenamiento de fuerza reducen la velocidad de la pérdida de densidad ósea.

Medición temprana de la densidad ósea

El ejercicio físico adecuado y los nutrientes relevantes para los huesos son la base ideal para tener unos huesos fuertes. Pero, ¿cómo es posible conocer los valores de nuestra densidad ósea? Para ello basta con una sencilla medición de la densidad ósea.

Valores normales de densidad ósea y de osteoporosis 

Para evaluar la densidad ósea, se calcula el valor T (también denominado puntuación T). Este valor indica en qué grado la densidad ósea medida de una persona difiere de la densidad ósea de un adulto joven (30 años) sano del mismo sexo.

  • Los valores superiores o iguales a -1 se consideran normales.
  • Cuando los valores son de entre -1 y 2,5, se habla de osteopenia (= precursora de la osteoporosis).
  • Si la puntuación T es inferior a -2,5, entonces existe osteoporosis.

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Grados de osteoporosis: Hueso normal frente a hueso con osteopenia y osteoporosis

¿Es posible aumentar la densidad ósea?

Al ser un tejido vivo y activo, el hueso puede renovarse durante toda su vida. Esto permite mantener estable la pérdida ósea, o incluso mejorar la densidad de los huesos, también después de alcanzar la densidad ósea máxima con aprox. 30 años, con ayuda de medidas específicas (= nutrición saludable con micronutrientes relevantes para los huesos, estilo de vida saludable y actividad física).

Conclusión: La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que solo se puede empezar a combatir tras una medición de la densidad ósea. Si esta se desvía de los valores normales, se debe actuar. Además de una dieta adecuada para los huesos, una serie de suplementos alimenticios especiales pueden ayudar al metabolismo óseo. Se recomiendan preparados que no solo contengan calcio, sino que también incluyan al menos vitamina D y vitamina K. Y, por supuesto, es esencial llevar a cabo un entrenamiento para fortalecer nuestros huesos. Porque incluso los más fuertes se degradan cuando no se usan con intensidad.

Preguntas frecuentes

Las siguientes medidas ayudan a contrarrestar la osteoporosis: ejercicio físico regular, una dieta rica en dieta rica en nutrientes alcalinos y rica en vitaminas, y un nivel óptimo de vitamina D durante todo el año. Además, el alcohol debe consumirse en pequeñas cantidades, y no se debe fumar.

Un valor T de entre 0 y -1 se considera una densidad ósea normal.

La densidad ósea puede mejorarse a cualquier edad. Para ello es imprescindible realizar un entrenamiento intenso, llevar una dieta saludable para los huesos, una cantidad suficiente de vitamina D y un estilo de vida saludable. Además, también puede ser muy beneficioso tomar un preparado específico para los huesos.

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