¿Por qué ayer estabas en paz contigo misma y con el mundo y hoy, por algún motivo, todo te parece mal? Te miras al espejo y no te gustas, el sujetador te aprieta, te apetece comer chocolate y tu pareja también te crispa los nervios. ¡Basta con echar un vistazo al calendario! Es muy posible que te encuentres, una vez más, en los días previos a “esos días”, durante los que el síndrome premenstrual (SPM) se adueña de ti. Entonces, ¿qué puedes hacer si todos los meses te conviertes en víctima de tus hormonas?
¿Qué es el SPM?
Casi todas las mujeres han sufrido el síndrome premenstrual en primera persona tanto física como mentalmente. No hay dos casos iguales, porque el SPM incluye más de 150 síntomas corporales y psicológicos que se manifiestan en los días previos a la menstruación con una intensidad y frecuencia variables, y vuelven a desaparecer, únicamente, cuando comienza el periodo.
Alrededor del 25 % de las mujeres padecen este fenómeno cada mes y el conjunto de molestias afecta preferentemente a las mayores de 30 años. Aproximadamente, entre el 3 y el 8 % de las mujeres refieren una forma particularmente intensa del SPM, el llamado trastorno disfórico premenstrual (TDPM). En la segunda mitad del ciclo, las afectadas se convierten en otra persona con un comportamiento inusualmente lloroso, deprimido, irritable y, en ocasiones, incluso muy agresivo.
Durante estos días previos a “esos días”, muchas mujeres dejan de sentirse cómodas en su propia piel de repente. Los altibajos recurrentes de las hormonas no solo determinan los días fértiles e infértiles de una mujer, sino que también pueden empañar su bienestar físico y mental.
¿Cuáles son las causas del SPM?
A pesar de las décadas de esfuerzos, los desencadenantes exactos del SPM aún no se conocen completamente. Lo que es seguro es que el SPM depende del ciclo, ya que los síntomas siempre aparecen en la segunda mitad, cuando la hormona del cuerpo lúteo progesterona aumenta y el nivel de estrógenos disminuye. Sin embargo, no todas las mujeres reaccionan igual a las fluctuaciones hormonales. Por ejemplo, se da el fenómeno de que entre mujeres con idéntico estado hormonal, algunas sufren el SPM y otras no.
Esto hace que entren en juego otros factores: además de la genética, que puede sensibilizar frente a ciertas hormonas, y el estilo de vida, también influyen varias sustancias mensajeras y hormonas (entre otras, la melatonina, la prolactina y el cortisol). En este contexto, la hormona de la felicidad serotonina podría resultar especialmente interesante, ya que sus concentraciones disminuyen gradualmente durante la segunda mitad del ciclo antes de quedar bajo mínimos justo antes de la menstruación. Las mujeres con SPM parecen carecer especialmente de una buena dosis de felicidad, porque suelen tener menos serotonina que las mujeres que experimentan la segunda mitad del ciclo sin molestias.
¿Cuánto tiempo se prolonga el SPM?
El síndrome premenstrual es una afección de la segunda mitad del ciclo y puede manifestarse desde unos días hasta dos semanas completas antes del periodo. Al comenzar la menstruación, las molestias mejoran abruptamente.
Síntomas típicos del SPM
Los pechos se sensibilizan, la espalda duele, brotan espinillas y el estado de ánimo está por los suelos: el SPM es un auténtico caleidoscopio que muestra diferentes facetas en cada mujer. Algunas afectadas pueden sufrir únicamente uno o dos síntomas, mientras que otras experimentan toda una serie de molestias.
Los síntomas físicos típicos del SPM incluyen:
- Sensibilidad en los senos
- Hinchazón
- Antojos de comida o pérdida de apetito
- Sensación de presión en la parte inferior del abdomen
- Gases
- Aumento de peso
- Sofocos, sudores
- Piel con impurezas
- Problemas circulatorios hasta mareos
Las alteraciones psicológicas típicas del SPM incluyen:
- Irritabilidad
- Cambios de humor
- Apatía
- Fatiga
- Trastornos del sueño
- Estado de ánimo deprimido