Ácido fólico. La demanda de ácido fólico aumenta un impresionante 83 % durante el embarazo. Este increíble aumento da indicios del importante papel que desempeña el ácido fólico en la creación de nueva vida. Sin embargo, las mujeres que planean quedarse embarazadas también deberían asegurarse de ingerir una cantidad adecuada de esta vitamina B hidrosoluble. Haz clic aquí para descubrir para qué sirve el ácido fólico, dónde encontrarlo y mucho más.
El ácido fólico (también denominado vitamina B9 o, con menos frecuencia, vitamina B11) es una vitamina hidrosoluble que pertenece al grupo B de las vitaminas. La forma natural de la vitamina presente en nuestro organismo o en los alimentos se denomina folato y la usada en alimentación, ácido fólico. A muchas mujeres que planean quedarse embarazadas, lo están o lo han estado, esta vitamina les resulta muy familiar. ¡Aunque el ácido fólico no sirve solo para esto! Descubre todo lo que puede hacer esta vitamina en nuestro blog:
El ácido fólico, también conocido como “vitamina materna o gestacional”, es esencial para nosotros desde el primer momento de nuestra existencia. Gracias a su función en la división celular, esta vitamina garantiza que la nueva vida crezca y prospere, al tiempo que contribuye al crecimiento del tejido de la madre durante el embarazo.
El ácido fólico es sinónimo de crecimiento. Así que no es de extrañar que esta vitamina hidrosoluble sea de gran importancia para la madre y el bebé durante todo el embarazo. Esto también se refleja en las recomendaciones oficiales de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE, por sus siglas en alemán), que aumenta de 300 μg para adultos a 550 μg para mujeres embarazadas. La demanda de ácido fólico aumenta nada menos que un 83 % a lo largo del embarazo y, lógicamente, las recomendaciones lo hacen en proporción. Como la dieta no puede suplir de manera fiable esta demanda adicional, las futuras madres deberían tomar un preparado de ácido fólico de alta calidad como medida de precaución.
Durante el embarazo no solo crece el bebé, sino que también lo hace el tejido de la madre. Lo que consigue el útero haría morirse de envidia a cualquier culturista: su masa muscular aumenta de 50 a 1500 gramos hasta el final del embarazo. Al mismo tiempo, el tejido glandular de la mama también aumenta. El ácido fólico interviene en todos estos procesos de crecimiento.
Sin embargo, la vitamina hidrosoluble del grupo B no solo favorece el crecimiento de los tejidos de la madre, sino que también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, a la reducción de la fatiga y el cansancio, y a la hematopoyesis o formación normal de la sangre. En este último caso, el ácido fólico es especialmente importante durante el embarazo, ya que el volumen de sangre de la madre aumenta aproximadamente un 40 % durante 40 semanas, desde los 4-5 litros iniciales hasta los 6-7 litros finales del embarazo.
La división celular es probablemente el proceso más importante para crear una nueva vida. Entre otras cosas, este proceso depende de un suministro adecuado de ácido fólico. Durante los primeros días tras la concepción, el feto crece con rapidez y requiere mucho ácido fólico. El suministro de ácido fólico entre los días 22 y 28 de la gestación es especialmente crítico para el desarrollo del niño, ya que el tubo neural, el precursor de la columna vertebral, se cierra durante este periodo, un momento en el que muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.
Durante el embarazo, el organismo necesita más de todo. Esto también se refleja en la necesidad de ácido fólico, que aumenta de 300 μg a 550 μg al día durante el embarazo. Para suplir esta necesidad adicional, las embarazadas deberían empezar a tomar un suplemento de ácido fólico desde el momento en el que desean quedarse embarazadas hasta el final del proceso.
En caso de embarazo, los médicos recomiendan la administración complementaria de ácido fólico además de una dieta saludable y equilibrada. Aunque muchos alimentos, sobre todo de origen vegetal, proporcionan cantidades significativas de ácido fólico (= folato alimentario), nuestro cuerpo solo es capaz de utilizar un promedio del 50% de este folato. Además, la vitamina es sensible a las influencias externas como el calor, la luz y el oxígeno, así que los procesos de preparación y el almacenamiento prolongado suelen afectarle.
Las mujeres que deseen ser madres deben comenzar a prepararse interiormente para albergar al bebé, prestando atención, entre otras cosas, a un suministro adecuado de ácido fólico.
El suministro de ácido fólico es especialmente crítico para el desarrollo del tubo neural. Dado que el tubo neural del feto se cierra entre los días 22 y 28 de gestación (momento en el que muchas mujeres aún no saben que están en estado de buena esperanza), los depósitos de ácido fólico debe estar bien llenos antes de la concepción.
Para ir sobre seguro, los expertos recomiendan empezar a tomar un suplemento adecuado de ácido fólico (400 μg de ácido fólico al día), además de seguir una dieta rica en folatos, al menos cuatro semanas antes de la concepción.
Si el embarazo se produce de forma inesperada, se suele recomendar una dosis doble de ácido fólico, aunque se deberán seguir las recomendaciones de un profesional sanitario.
El ácido fólico no es solo una vitamina fundamental para el embarazo, sino que, según los estudios, puede convertir el deseo de quedarse embarazada en una realidad. Esta vitamina hidrosoluble ayuda al cuerpo femenino a producir ovocitos de alta calidad. La fertilidad masculina también se beneficia de un buen suministro de ácido fólico (según las investigaciones sobre todo, en combinación con zinc) al producir unos espermatozoides más sanos.
Idealmente, las mujeres que toman anticonceptivos deberían empezar a tomar 400 μg de ácido fólico al día, además de seguir una dieta rica en folatos, nada más dejar de tomar los anticonceptivos. Sin embargo, dado que el nivel de ácido fólico tarda un poco en acumularse, debe tomarse durante al menos cuatro semanas antes de la concepción e, idealmente, hasta tres meses antes.
No todos los embarazos son planeados. Las mujeres que se queden embarazadas de forma inesperada deben empezar a tomar una dosis más alta de ácido fólico (800 μg al día) en cuanto tienen conocimiento de su estado. El profesional sanitario encargado del tratamiento asesorará en este caso y determinará la dosis que tenga sentido para la paciente, algo que depende de la duración y el curso del embarazo.
Son solo 20 centímetros, pero se trata de una de las competiciones más duras del mundo: la distancia que recorre el esperma para llegar hasta el óvulo. Cuantos más espermatozoides haya y más vitalidad tengan, mayores serán las posibilidades de éxito. Una estrategia para que los espermatozoides masculinos estén en plena forma para abordar este reto es la suplementación con ácido fólico, especialmente, combinado con zinc. Los estudios demuestran que los hombres que toman ambos micronutrientes producen un esperma más sano.
La DGE recomienda una dosis diaria de 300 μg de ácido fólico para hombres adultos. Sin embargo, se suelen utilizar cantidades más concentradas si se desea tener hijos. Lo mejor es consultar con el médico la dosis correcta en su caso concreto.
Cuando la nueva mamá acune por fin entre sus brazos a su bebé, pasadas 40 largas semanas, deberá seguir tomando el suplemento diario de ácido fólico al menos durante la lactancia. Al fin y al cabo, transmite este ácido fólico al bebé a través de la leche materna, junto con otros muchos nutrientes necesarios para crecer. El cuerpo femenino tiene una mayor demanda de todo lo que transfiere a sus hijos. Según la DGE, la ingesta recomendada para mujeres en período de lactancia es de 450 μg de folato al día.
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La DGE recomienda que las mujeres que deseen quedarse embarazadas inicien un tratamiento con ácido fólico (400 μg de ácido fólico al día) durante al menos cuatro semanas antes de la concepción y continúen tomándolo hasta el final del tercer trimestre.
Los preparados especialmente desarrollados para el embarazo suelen contener dosis más altas (800 μg de ácido fólico al día) para ir sobre seguro a la hora de proporcionar un suministro adecuado de ácido fólico a la madre y el niño aunque los valores iniciales sean más bajos. Los expertos recomiendan que las mujeres embarazadas alarguen la ingesta de ácido fólico durante todo el embarazo, ya que la demanda de ácido fólico aumenta considerablemente a lo largo de este periodo.
Las mujeres que deseen saber exactamente cómo están sus niveles de ácido fólico pueden solicitar un análisis de sangre diagnóstico de laboratorio. Los valores normales son los siguientes:
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Valor de ácido fólico |
Diagnóstico |
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> 5,38 ng/ml |
Rango normal de ácido fólico |
Tabla: Valores analíticos de Biogena Diagnostics
El ácido fólico de los suplementos dietéticos es absolutamente imprescindible para las embarazadas y las mujeres que planean estarlo. Cubrir las necesidades adicionales solo a través de la dieta no es fácil y, por lo tanto, no muy seguro en esta etapa concreta de la vida, motivo por el cual la DGE recomienda una ingesta complementaria.
Tanto si estás embaraza como si deseas tener hijos o estás dando el pecho, el ácido fólico debe estar presente en tus platos en cantidades suficientes en cualquier situación de la vida. Las verduras de hoja verde, como la col rizada, las espinacas o el brócoli, recién cosechadas y consumidas en crudo, contienen esta vitamina en cantidades abundantes. ¡Pero no son las únicas! Consulta aquí otros alimentos con un alto contenido en ácido fólico.
En caso de querer tener un bebé o de embarazo, se recomienda utilizar preparados con compuestos de ácido fólico activados (5-metiltetrahidrofolatos). El organismo absorbe estos compuestos muy fácilmente. Además, tienen una biodisponibilidad inmediata, ya que el cuerpo no tiene que convertirlos a la forma activa.
Tanto el ácido fólico como el folato tienen ventajas y desventajas: el folato es la forma natural de la vitamina presente en el cuerpo y en los alimentos. El grado de aceptación del folato por parte de las personas depende de los compuestos que contenga. “Folato” es un término genérico para todos los compuestos activos de folato que pueden contener una cantidad variable de residuos de glutamato. Mientras que el ácido fólico producido de manera industrial solo tiene un residuo de glutamato y puede reabsorberse casi por completo, la tasa de absorción de las variantes de folato con más de un residuo de glutamato tienen una tasa de absorción de aproximadamente el 20 %. Según los expertos, se calcula que solo se aprovecha alrededor del 50 % de media del folato de la dieta. Sin embargo, una vez en nuestro organismo, el folato se vuelve activo inmediatamente.
Por el contrario, el ácido fólico artificial es mucho más estable y tiene una tasa de absorción en ayunas casi del 100 %. Sin embargo, en el organismo debe convertirse en folato activo. Las materias primas especiales de marca (Quatrefolic® y Extrafolate-S®) ahora también producen ácido fólico en forma activa: como 5-Methyltetrahydrofolate de fácil absorción.
¿Preparado en comprimidos, cápsulas o líquido? Las mujeres que desean acompañar su suerte con un preparado de ácido fólico tienen mucho donde elegir. Sin embargo, la pureza y calidad del producto es mucho más importante que la forma de administración, sobre todo para las mujeres en determinadas circunstancias.
Las cápsulas o comprimidos de ácido fólico son prácticos, tienen un sabor neutro y se pueden dosificar con precisión. Mientras que los comprimidos de ácido fólico contienen aditivos relacionados con la producción, las cápsulas producidas según el principio de sustancias puras no contienen aditivos innecesarios.
Las mujeres embarazadas con dificultad para tragar o que deseen un producto con sabor tienen a su disposición el ácido fólico en forma líquida. Sin embargo, siempre hay que estar alerta sobre los aditivos de estos productos. Deben contener la menor cantidad posible. Asimismo, las cápsulas se pueden abrir para consumir el contenido directamente.
El ácido fólico no es el único compuesto cuya demanda aumenta durante el embarazo. Lo bueno es que el ácido fólico es una vitamina “muy sociable” que se puede combinar fácilmente con otros nutrientes. Es decir, con vitamina B12, vitamina D, yodo, hierro , zinc, ácido graso Omega-3- DHA, etc. No hay nada que interfiera en la toma conjunta de estos nutrientes, algo que incluso se recomienda durante el embarazo en forma de combinaciones de micronutrientes de calidad que proporcionen a la madre y su bebé nutrientes importantes.
Sea cual sea la fase entre el deseo de tener un bebé y el hecho de tener a tan deseado bebé entre los brazos, Nutrifem® Basic te ayuda a construir un entorno ideal con su fórmula de micronutrientes a medida. Está adaptado a los últimos hallazgos científicos, así que contiene, entre otros, 800 μg de ácido fólico, 400 μg de los cuales están en presentes en forma activada (Quatrefolic®).
Si tus niveles de ácido fólico son demasiado bajos y buscas un preparado de ácido fólico puro, nuestro Ácido fólico 800 puede ser justo lo que necesitas. Las materias primas de marca incluidas en el ácido fólico 800 Quatrefolic® y Extrafolate-S® contienen ácido fólico activado (5-metiltetrahidrofolatos). Por tanto, estos compuestos se absorben fácilmente y están a disposición inmediata del organismo, ya que no es necesario convertirlos a su forma activa.
Tanto si está en fase de planificación, te has enterado por sorpresa con una prueba de embarazo positiva, has hecho realidad tu deseo o ya tienes a tu bebé entre los brazos, el ácido fólico, la vitamina maternal, es absolutamente imprescindible. Para asegurarte de recibir una suplementación adecuada, lo mejor es consumir ácido fólico desde la planificación del bebé hasta la lactancia. Los preparados especiales para el embarazo no solo te ayudan a almacenar ácido fólico de forma preventiva, sino que también te proporcionan otros nutrientes importantes.
No pasa nada. Mientras que el olvido no se alargue mucho, no es necesario tomar una dosis doble al día siguiente.
Las necesidades de ácido fólico aumentan considerablemente durante todo el embarazo, así que puedes ir sobre seguro si sigues tomando el suplemento.
El ácido fólico aumenta la fertilidad tanto de las mujeres como de los hombres. En las mujeres, el ácido fólico contribuye a producir óvulos de mayor calidad. En los hombres, la ingesta (sobre todo en combinación con zinc) mejora la calidad del esperma.
Como el ácido fólico tarda un poco en acumularse en el cuerpo, las mujeres que deseen tener hijos deben haber ingerido ácido fólico durante al menos un mes o, mejor tres meses, antes de ponerse a ello.
Los doctores recomiendan que las mujeres empiecen a tomar ácido fólico en cuanto deseen tener hijos, ya que un buen suministro de esta vitamina es fundamental, sobre todo, en las primeras etapas del embarazo, un momento en el que muchas mujeres todavía no son conscientes de su estado.
Un buen suministro de ácido fólico es especialmente importante durante el embarazo. Además, la necesidad de vitaminas aumenta durante toda la gestación. Por este motivo, los expertos recomiendan que las embarazadas tomen un suplemento adicional de ácido fólico.
La gran demanda de ácido fólico durante el embarazo es difícil de cubrir a través de la dieta habitual, por lo que los expertos de la Asociación Alemana de Nutrición recomiendan encarecidamente la ingesta de ácido fólico a todas las madres embarazadas.
Dado que cada mujer comienza el embarazo con niveles diferentes de ácido fólico, no se puede responder a esta pregunta de forma generalizada. Sin embargo, si te lo estás planteado, es importante que consultes tu caso con un profesional ginecológico.
Un buen suministro de ácido fólico es especialmente importante durante las primeras semanas de gestación (22-28 día del embarazo), ya que el tubo neural del bebé se cierra durante este periodo, aunque sigue siendo habiendo necesidad durante todo el embarazo y la lactancia.
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