100 000 latidos son un día, y 3000 millones, una vida. Nuestro corazón late incansable y bombea toda la sangre a través de un sistema vascular de unos 96 000 km en un minuto. Solo así se pueden suministrar los nutrientes y el oxígeno necesarios para la vida a los miles de millones de células que componen esa maravillosa obra de la naturaleza que es el ser humano.
Se podría pensar que se trata de una interacción perfecta, pero no lo podemos dar por hecho. Un sistema cardiovascular poco estimulado puede funcionar mal y hacerte ver estrellitas. La buena noticiaes que podemos entrenar y reforzar nuestra circulación como un músculo con unos sencillos trucos. Aquí te traemos 9 consejos para estimular y mantener en buen estado tu sistema cardiovascular.
El arma natural más poderosa para combatir la debilidad del sistema circulatorio es, con diferencia, el movimiento. El sistema circulatorio, como el muscular, debe ejercitarse con regularidad. Para ello, lo ideal sería llevar una vida activa y realizar regularmente ejercicio de resistencia, como ciclismo, senderismo por la nieve o esquí de fondo. Ir en bici al trabajo o a la universidad por la mañana es una buena opción para sentirse más en forma el resto del día. Por su parte, ir a hacer los recados andando o dar un paseo por la noche todos los días puede ser un buen punto de partida para mejorar tu circulación.
¿Te has despertado alguna vez con la boca seca? Sin darnos cuenta, por la noche perdemos de 0,5 a 2 litros de agua al respirar y a través de la piel. Por eso, al levantarnos, debemos repostar adecuadamente: un vaso grande de agua —mejor si es con el estómago vacío— estimula la circulación sanguínea y suministra oxígeno al cuerpo.
¿No te da tiempo, no te apetece o te sobran algunos kilos? Existen diferentes razones por las que la gente no desayuna. No obstante, la primera comida del día es muy importante. Un desayuno saludable recarga las reservas de energía para el resto del día y estimula el metabolismo y la circulación.
Puedes obtener apoyo nutricional en forma de preparados de micronutrientes. Así, por ejemplo, los ácidos grasos Omega-3 EPA y DHA (a partir de una ingesta diaria total de 250 mg) y la vitamina hidrosoluble B1 contribuyen a mantener una función cardiaca normal, y el magnesio y la vitamina C refuerzan el metabolismo energético. Un ingrediente vegetal muy especial, junto con el extracto de semillas de uva y corteza de pino, es el llamado Fruitflow®. Este extracto se obtiene de la gelatina que rodea las semillas del tomate y se refina mediante un proceso patentado. La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) ha confirmado que 150 mg diarios de Fruitflow® ayudan a mantener una función plaquetaria y una fluidez sanguínea normales.
“Para cada dolor hay un remedio”. Basándonos en este lema, encontramos en nuestros jardines plantas que, utilizadas de manera precisa, pueden reactivar nuestra circulación. Estos remedios incluyen el romero, la melisa y la menta, que pueden consumirse en forma de té o aplicarse en la muñeca como aceites esenciales para darle un impulso a la circulación.
Aunque el estrés y la tensión eran esenciales para la supervivencia en la era de los tigres diente de sable y los mamuts, hoy en día muchos de nosotros hemos caído en la "trampa del estrés crónico". Tarde o temprano, este estado corporal de alerta constante puede pasar factura a nuestra salud y rendimiento, y, en determinadas circunstancias, desequilibrar nuestra circulación. Esto hace que sea aún más importante prestarnos atención a nosotros mismos. Dedicarnos tiempo regularmente y escucharnos deberían convertirse en un credo personal. Hacer pausas para relajarnos y descansar ayuda a deshacerse del exceso de estrés.
El corazón y la respiración están estrechamente relacionados. Si respiras profundamente junto a una ventana abierta o en el balcón nada más levantarte, suministrarás a tu cerebro una dosis extra de oxígeno y sentirás cómo el aire fresco te revitaliza. Si quieres trabajar más intensamente con la respiración, puedes aprender técnicas específicas del yoga, que también pueden ayudarte a reducir el estrés.
Los aromas no solo son potentes instrumentos para despertar recuerdos y emociones del pasado, sino que también pueden influir en el bienestar del cuerpo y de la mente. Para activar nuestra circulación, las esencias de plantas aromáticas, como el romero, la menta o el tomillo, aportan ese toque de frescura, nos revitalizan y contrarrestan el cansancio. Ya sea como aceites de masaje o sales de baño, en difusor o en lámpara aromática, los aceites esenciales naturales proporcionan un ambiente agradable y no tienen prácticamente efectos secundarios.
El agua fría a primera hora de la mañana puede parecer una pesadilla para muchos. Sin embargo, la ducha escocesa es un fabuloso despertador y un eficaz entrenamiento circulatorio al mismo tiempo. Esta ducha consiste en 30 segundos de agua fría (16-18 °C), 30 segundos de agua caliente (38-42 °C) y 30 segundos de agua muy fría (10-15 °C). Hay que empezar lo más lejos posible del corazón, por los pies y las piernas. A continuación, manos, brazos y hombros y, después, espalda, pecho y abdomen. Para los más duros, no puede faltar el agua fría en la cabeza y el tronco al final. Las personas mayores con un corazón débil deben tener cuidado, consultar a su médico y, dado el caso, abordar el ritual de la ducha matutina con precaución.
Conclusión: Tanto si te das una ducha escocesa como si montas en bici por la mañana o tomas suplementos de micronutrientes, depende de ti mejorar o mantener en buen estado tu circulación con estos sencillos consejos y comenzar el día lleno de energía.
Consejo para el usario de la tienda online: ¿Ya sabe cómo buscar por área de aplicación?
