El alga espirulina han sido una fuente de alimentación tradicional para algunas culturas indígenas en África y Centroamérica desde hace miles de años. En los últimos años, esta pequeña fuente de energía ha ganado cada vez más popularidad en el resto del mundo. No es de extrañar: esta microalga verde azulada es un superalimento repleto de nutrientes.
Ya sea como complemento alimenticio en cápsulas, comprimidos o en polvo para mezclar, el simple hecho de tomar espirulina puede ser positivo para nuestro organismo. Esta microalga no solo es una fuente de vitaminas y minerales, sino que también proporciona valiosos antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Además, tiene un contenido elevado de proteínas, aunque solo se aprecia si el polvo liofilizado se suministra en grandes cantidades. Analizamos la impresionante composición de nutrientes y los posibles efectos sobre la salud de la espirulina. Así podrás integrar la espirulina en tu vida diaria de la mejor manera.
La Spirulina platensis es una microalga verde azulada rica en nutrientes que se utiliza ampliamente en nutrición y naturopatía. En la actualidad, se sabe que esta diminuta alga es un auténtico superalimento que ofrece muchos beneficios para la salud.
El alga es rica en oligoelementos, aminoácidos y ácidos grasos esenciales, como el valioso ácido gamma-linolénico. La espirulina también tiene un contenido muy alto de potasio, que supera al de la mayoría de algas. Además de vitaminas, minerales, oligoelementos y fitoquímicos, la Spirulina platensis también contiene ingredientes farmacológicamente significativos, como fenoles y fitocianinas.
¿Para qué sirve la espirulina? Los estudios han demostrado que tomar espirulina ayuda a los niños desnutridos a superar la anemia y otras deficiencias más rápido que sin este suplemento nutricional. Estos hallazgos respaldan el uso de la espirulina en el tratamiento complementario de la malnutrición, la anorexia, la caquexia y la convalecencia para fortalecer el organismo. Por lo tanto, la suplementación de espirulina puede considerarse un valioso complemento a una dieta equilibrada.
La espirulina no solo es una alga milagrosa rica en nutrientes, sino que también puede fortalecer el sistema inmunitario de forma impresionante. Gracias a sus ingredientes únicos, la espirulina tiene el potencial de estimular las defensas del organismo. Los estudios demuestran que la suplementación puede provocar un aumento de la liberación de proteínas inmunoestimuladoras y una mayor actividad de las células NK, así como de los linfocitos T y B. También se estimula la producción de anticuerpos y sustancias mensajeras importantes para el sistema inmunitario.
La combinación de espirulina y zinc ha demostrado ser especialmente eficaz para reforzar el sistema inmunitario. Sin embargo, en experimentos con animales también se ha notado una mejora de las defensas del organismo en combinación con selenio.
Las últimas investigaciones también confirman un efecto inmunomodulador en alergias como la rinitis. La administración de 1000-2000 mg de espirulina durante doce semanas redujo de forma significativa la producción de interleucina IL-4, típica de las alergias, en los afectados. La espirulina también alivia notablemente molestos síntomas como los estornudos, el picor y la congestión nasal.
Las propiedades antioxidantes de la espirulina pueden tener un efecto positivo en el hígado. Los estudios indican que algunas sustancias d este alga azul, como la ficocianina, la clorofila y los polisacáridos, tienen un efecto protector sobre este órgano. Esto permite expulsar las sustancias nocivas de forma más eficiente de nuestro cuerpo y el hígado está protegido frente al estrés oxidativo y el daño celular.
La espirulina también puede tener efectos positivos sobre la salud intestinal y la digestión. Los nutrientes de esta alga azul pueden ayudar a mantener una flora intestinal saludable. Además, la espirulina en grandes cantidades es una excelente fuente de fibra, que puede regular las deposiciones y prevenir el estreñimiento.
En diabéticos de tipo 2, la ingesta diaria de 2000 mg de espirulina durante dos meses mejoró significativamente la regulación de la glucosa y redujo significativamente los niveles de lípidos de la sangre, como los triglicéridos y el colesterol. Esto puede reducir el riesgo de enfermedades adquiridas como la aterosclerosis.
Los antioxidantes de la espirulina, como la ficocianina, ayudan a mejorar la salud vascular.
La espirulina no solo puede tener un efecto positivo en la salud interna, sino que también puede ayudar a fortalecer el cabello. Esta potente alga azul tiene un alto contenido en nutrientes que pueden mejorar el crecimiento y la textura del cabello.
Su composición convierte a la espirulina en un verdadero potenciador de la belleza del cabello. Estas sustancias vitales nutren las raíces del cabello de forma óptima.
Todavía no se sabe de forma concluyente si la espirulina contribuye a la quema de grasa. Hay numerosos estudios al respecto, pero no han arrojado resultados claros. Sin embargo, esta poderosa alga azul tiene el potencial de ayudar a adelgazar si se combina con una dieta saludable y un programa adicional de ejercicio.
Hay que tener especial cuidado al comprar productos de espirulina, ya que las algas absorben metales pesados y otras sustancias no deseadas de su entorno muy fácilmente. La contaminación supone un gran riesgo para la salud, sobre todo, cuando la espirulina se toma como complemento alimenticio o con fines terapéuticos. Por lo tanto, es importante tener en cuenta la calidad y el origen controlado de las microalgas.
Para Spirulina 400, Biogena solo utiliza las algas Spirulina platensis más puras de Jongerius ecoduna®, con certificación de producción austriaca. Se cultivan en un entorno completamente controlado y patentado en un sistema de tubos de vidrio cerrado. Los únicos nutrientes que se emplean son la luz solar y el agua potable austriaca, sin pesticidas ni otros aditivos.
Gracias al proceso de secado por pulverización, la espirulina conserva todos sus valiosos compuestos, como la ficocianina antioxidante y los carotenoides. El producto final no contiene metales pesados, toxinas ni pesticidas.
La espirulina se considera bien tolerada por la mayoría de las personas, pero en raras ocasiones su consumo puede producir efectos secundarios:
Como la espirulina estimula la digestión, las personas sensibles pueden sufrir molestias transitorias, como hinchazón, diarrea o calambres abdominales, especialmente al inicio de la administración. Sin embargo, estos síntomas suelen remitir cuando el cuerpo se acostumbra a los productos con algas.
Las personas con hipertiroidismo o que estén tomando medicamentos que afecten a la tiroides deben tener cuidado con la espirulina. En estos casos, su alta concentración de yodo podría estimular aún más la actividad tiroidea. Sin embargo, la espirulina suele ser segura y bien tolerada por la mayoría de las personas, siempre y cuando se respeten las dosis recomendadas.
No existe una regla sobre el mejor momento para tomar espirulina. Sin embargo, muchos recomiendan tomar espirulina por la mañana. A esta hora, el cuerpo está en condiciones óptimas para absorber nutrientes después de dormir por la noche.
BIOGENA recomienda una dosis diaria de 6 cápsulas de 400 mg de espirulina. Esto equivale a 2400 mg al día.
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