¿Deseas tú también un nuevo comienzo para tu cuerpo? No importa si es después de comidas abundantes, en el Año Nuevo, durante períodos de ayuno o simplemente de forma espontánea.
¿Acaso hay una manera más evidente para lograrlo que conseguir que el órgano más importante para el bienestar, el intestino, esté en serena armonía mediante un programa de limpieza y cuidados adecuado? Pero, ¿en qué consiste el saneamiento intestinal, incluyendo desde su limpieza hasta su fortalecimiento? ¿Cuánto tiempo podría durar el proceso?
¿Qué es el saneamiento intestinal?
Saneamiento intestinal es un término común con el que nos solemos topar en las revistas de salud y otros medios sobre bienestar.La palabra "saneamiento" deriva del latín "sanare", que significa curar o restaurar.En función de su experiencia y formación, los médicos y terapeutas especializados eligen diferentes procedimientos para el saneamiento intestinal.No obstante, este suele consistir en tres etapas que pueden confluir entre sí:
- Limpieza intestinal
- Tratamiento específico de los trastornos de la mucosa intestinal (p. ej. inflamación, síndrome de intestino permeable) y/o de la flora intestinal (p. ej. levaduras, Clostridium difficile)
- Refuerzo de la salud de la mucosa intestinal y/o de la flora intestinal
Lo ideal es que el saneamiento intestinal vaya precedido de un diagnóstico detallado de laboratorio que revele el estado actual de la flora y mucosa intestinales.De este modo, el médico o terapeuta encargado del tratamiento puede responder de forma aún más precisa a la situación intestinal específica del paciente.
Consejos y guía para la limpieza intestinal en casa
Quienes deseen someterse a un tratamiento intestinal en casa pueden seguir el siguiente programa, que se reduce a dos pasos.
Paso 1: Limpieza natural del intestino
Para sanear el intestino, empezamos con una limpieza.Para esta suelen recomendarse laxantes como el sulfato de sodio, el aceite de ricino y los enemas.No obstante, para limpiar los intestinos no basta con solo vaciarlos.
Es preferible comenzar la limpieza del intestino con ayunoterapia,pues esto ayuda a su regeneración.La dieta debe ser natural y consistir principalmente en vegetales (p. ej. verduras, legumbres, frutas...), además de ir acompañada de muchos líquidos (especialmente agua y té sin edulcorar).El alcohol, la cafeína, los alimentos azucarados, la carne y los embutidos deben evitarse en la medida de lo posible durante el saneamiento intestinal.
Los siguientes ingredientes naturales eficaces también pueden utilizarse para la limpieza intestinal específica:
Semillas de Psyllium y de lino: las semillas de Psyllium y de lino son otros dos productos naturales beneficiosos para el intestino.Ambos contienen mucílago digerible (fibra soluble) que se expande en contacto con líquidos, lo que ablanda las heces y facilita el movimiento intestinal.Los estudios demuestran que las semillas de Psyllium también alivian la inflamación de la mucosa intestinal.
Zeolita: la zeolita mineral volcánica actúa como una esponja especial que absorbe los contaminantes ambientales* en nuestros intestinos y que, de este modo, evita que estas sustancias nocivas entren en nuestro organismo.La carga contaminante se une firmemente a la zeolita, lo que permite su eliminación a través de las heces.Sin embargo, el uso de la zeolita no solo limpia los intestinos, sino que también alivia todo el sistema, pues muchas sustancias nocivas no entran en el organismo a través de los intestinos. Producto aconsejado de Biogena: Zeolith Ultrafein
*Iones amonio y de metales pesados, principalmenteplomo, cadmio, arsénico, cromo y níquel
Paso 2: Fortalecimiento intestinal natural
El fortalecimiento intestinal puede comenzar en la fase de limpieza.Este incluye el cuidado de la mucosa intestinal y el refuerzo de las bacterias intestinales beneficiosas.
¿Con qué se puede regenerar la flora intestinal? ¿Qué sirve para cuidar la mucosa intestinal?
Prebióticos: los prebióticos, como la inulina, la dextrina, las fibras de acacia o la pectina de cítricos, sirven de alimento a las bacterias intestinales beneficiosas, que no solo son una parte importante de la barrera intestinal, sino que también contribuyen a la vitalidad de nuestra mucosa intestinal con sus productos metabólicos. Producto aconsejado de Biogena: ColonBalance®
Probióticos: los probióticos son suplementos que contienen bacterias intestinales beneficiosas que promueven la proliferación de microbios intestinales buenos y hacen retroceder a los patógenos (causantes de enfermedades).En el proceso de fortalecimiento intestinal, se recomienda optar por un suplemento multicepa de dosis elevada que contenga varias cepas bacterianas probadas científicamente.Producto aconsejado de Biogena: Omni-Lactis®20 Gold
Nutrientes intestinales a medida: nuestra mucosa intestinal es un auténtico experto en división celular que se regenera por completo cada tres días.Para lograr esta hazaña, es necesario satisfacer constantemente su demanda de micronutrientes.Un aminoácido esencial para la función y la integridad de la mucosa intestinal es la L-glutamina.Sirve de importante fuente de energía a las células que se dividen rápidamente y reduce considerablemente el aumento de la permeabilidad intestinal.Nuestra mucosa también se ve favorecida por el suministro específico de vitaminas presentes en esta, como la vitamina A, el ácido pantoténico y la vitamina B2, además de nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario (intestinal), como las vitaminas C y D, el zinc y el selenio. Producto aconsejado de Biogena: Mucosa Formula®
Zeolita: el mineral natural zeolita no solo tiene un efecto limpiador en los intestinos, sino que también puede ser útil en casos de mucosa intestinal permeable (síndrome de Leaky Gut).En un estudio doble ciego con control placebo realizado en Austria, se observó que la ingesta de 1,85 g de zeolita al día durante doce semanas ayudó a 52 atletas a regenerar su intestino "permeable". Todo sobre la zeolita
Sustancias vegetales especiales: se dice que hay una hierba para cada dolencia. Cuando se trata del intestino, existe un jardín entero para ello.Los extractos vegetales seleccionados actúan a diferentes niveles.Pueden contrarrestar el sobrecrecimiento bacteriano y/o el estrés oxidativo en el intestino, además de aliviar la inflamación y la irritación de la mucosa intestinal.Los extractos de té verde, manzanilla y semillas de uva, entre otros, dan buenos resultados.Estos remedios naturales ayudan a mantener la integridad y la salud de la mucosa intestinal.
¿Cuánto dura una limpieza intestinal?
La duración ideal de una limpieza intestinal varía de una persona a otra.Aunque el médico o el terapeuta ajustarán la duración en según los resultados, un mes suele ser el periodo óptimo para los que quieran hacer un saneamiento intestinal en casa.Sin embargo, en función de la sensación en el vientre, el tratamiento puede prolongarse fácilmente unas semanas más.
¿Con qué frecuencia sería conveniente realizar una limpieza intestinal?
En función del estilo de vida y de la dieta, se puede hacer una limpieza intestinal una o dos veces al año.Aquellos que acudan a un experto para someterse a una limpieza intestinal y que cuiden este órgano de forma posterior no suelen necesitar limpiezas periódicas.
¿Cómo podemos mantener el intestino saludable después de un saneamiento? Cinco consejos para el cuidado intestinal:
Aquellos que hayan realizado la limpieza con éxito deben asegurarse de no perder la buena sensación intestinal que han conseguido.Pero ¿qué es lo que hace que nuestro vientre esté contento? Aquí están nuestros cinco mejores métodos naturales beneficiosos para el intestino:
1. Aportar micronutrientes a la mucosa intestinal
El intestino es la mayor superficie de contacto con el exterior.Este cuenta con más superficie de la que parece a primera vista, pues tiene una longitud de unos cuatro a seis metros y un diámetro de solo unos centímetros.Sus medidas totales casi equivalen a las de una pista de tenis debido a las numerosas vellosidades y curvas.Solo así se puede conseguir la inmensa superficie de absorción necesaria para todos los nutrientes esenciales que aportamos regularmente desde el exterior.Para que la propia mucosa intestinal tenga todo lo que necesita, debe estar bien provista de vitamina A, vitamina B2, niacina y biotina, que contribuyen al mantenimiento de una mucosa normal.
2. Fortalecer la flora intestinal con bacterias intestinales
Nuestra flora intestinal es un lugar fascinante.Es única como una huella dactilar, tiene unos 100 billones de habitantes y es uno de los lugares más densamente poblados del mundo.Muchos de nosotros somos conscientes de que la flora intestinal desempeña un papel muy importante en nuestra salud y bienestar.Por ello, es aún más importante que los "buenos" se sientan como en casa entre nuestros microscópicos habitantes.Las fibras dietéticas solubles, que se encuentran principalmente en alimentos vegetales como las semillas de lino y de Psyllium, la achicoria, las manzanas o los cítricos (pectina de cítricos), son especialmente apetitosas para las bacterias intestinales.
3. Tomar sustancias amargas
Las sustancias amargas son de todo menos una amarga experiencia para nuestra digestión.Para entender su importancia para nuestros intestinos, primero tenemos que hablar de dos órganos completamente diferentes: el hígado y su órgano auxiliar, la vesícula biliar.Ambos contribuyen a la gestión diaria del proceso digestivo (p. ej. la digestión de las grasas) con su importante labor de cooperación.Algunas plantas selectas ricas en sustancias amargas, como las alcachofas, pueden estimular el sistema hepatobiliar.Un sistema hepatobiliar que funciona correctamente también ayuda a nuestro intestino en sus actividades digestivas diarias. Producto aconsejado de Biogena: Bitter Magic
4. Alimentación respetuosa con el intestino para el cuidado intestinal
Se calcula que a lo largo de 75 años pasan por el intestino humano 30 toneladas de alimentos y 50 000 litros de líquidos, junto con innumerables patógenos, toxinas y sustancias inutilizables.Por lo tanto, no es de extrañar que la composición del bolo alimenticio que pasa por el cuerpo cada día afecte a la superficie de contacto del intestino.Una dieta respetuosa con el intestino debe ser variada, orgánica, local, no procesada y principalmente vegetal.En cambio, el azúcar, la carne grasa, el alcohol y los alimentos precocinados deben evitarse en la medida de lo posible por el bien de nuestro intestino.Estos últimos, en particular, suelen contener una serie de aditivos artificiales que perjudican la flora intestinal.
5. Moverse para estimular la actividad digestiva: ¿Qué tal una sesión de ejercicio?
La digestión regular solo se valora cuando esta deja de querer funcionar como antes.Además de la dieta, nuestro nivel de actividad también afecta a nuestra digestión.Las personas que no hacen ejercicio corren un mayor riesgo de sufrir problemas digestivos.La buena noticia es queno tenemos que hacer ejercicio agotador cada día para que los intestinos se pongan en marcha.Quienes realicen con frecuencia movimientos pequeños (ejercicios especiales para el suelo pélvico y los abdominales como hacer la bicicleta con las piernas en el aire o hacer la tijera, masajes abdominales...) pueden estimular la actividad intestinal de forma dirigida y suave.
Además, es ideal el entrenamiento de resistencia suave con bicicleta, natación, carrera o caminata. Los masajes abdominales también pueden estimular la digestión.
Conclusión: En principio, no se necesita mucho para cuidar el intestino de forma natural.Seguir una dieta respetuosa con el intestino, hacer ejercicio e ingerir nutrientes adecuados son pasos importantes para que nuestra delicada tripa y su polifacético ecosistema estén sanos y contentos.
¿Qué es bueno para el intestino?
Aquí tienes un resumen de los componentes alimentarios más importantes
para él y dónde se encuentran:
Componente alimentario | Dónde encontrarlo |
Vitamina A / beta-caroteno | Huevos, mantequilla, queso, hígado, zanahorias, espinacas, albaricoques, mangos... |
Vitamina B2 | Leche, lácteos, copos de germen de cereal, carne magra... |
Niacina | Carne magra, pescado, café, cacahuetes, Hongos |
Biotina | Yema de huevo, levadura, granos de soja, frutos secos, copos de avena... |
Sustancias amargas | Diente de león, achicoria, escarola, alcachofa... |
Fibra dietética | Alimentos de origen vegetal como semillas de lino, semillas de Psyllium, legumbres, productos integrales, salsifí... |