Teléfonos inteligentes, Internet, televisión. En la era de la sobrecarga de información, cada vez es más difícil ignorar lo inútil y centrarse en lo esencial. Descubre aquí qué consejos y trucos puedes utilizar para potenciar tu órgano pensante y qué micronutrientes alimentan su capacidad de concentración.
Por qué nuestro cerebro trabaja a toda velocidad en los tiempos que vivimos
Nuestro mundo ha cambiado mucho en los últimos 130 años. Muchos avances han facilitado nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la vida moderna a veces nos supera. Las listas de tareas y los plazos abarrotan nuestra memoria. La vida cotidiana es cada vez más compleja, y cada vez tenemos que asimilar más información. Solo en Alemania, por ejemplo, hay más de 85 tipos de papel higiénico para elegir: un símbolo de la sobrecarga de estímulos e información con la que tiene que lidiar una persona hoy en día.
Para no dejarse arrastrar por el estrés permanente y la sobrecarga sensorial, debemos mantener la concentración: es importante no perder el foco, tener un buen rendimiento mental y conocer los factores que le afectan negativamente.
Factores que provocan distracciones: ¿Qué puede influir en la capacidad de concentración?
- Sobrecarga de estímulos e información: uso frecuente del teléfono móvil, la tableta, el ordenador, la televisión y otros dispositivos similares.
- Sobrecarga psicológica: estrés crónico, exigencia excesiva en lo profesional/personal, problemas psicológicos
- Cansancio y falta de sueño: la falta de sueño reduce la capacidad de concentración
- Falta de ejercicio: provoca un menor suministro de nutrientes y oxígeno
- Falta de motivación: favorece las distracciones y dificulta la realización de las tareas pendientes
- Muchas interrupciones: generan estrés y frustración e inhiben la concentración
- Procrastinación: reduce la motivación y generalmente dificulta la concentración
¿Cuánto tiempo pueden mantenerse concentrados los niños y los jóvenes?
El tiempo que los niños pueden permanecer concentrados en una actividad depende de su edad. Pero también influyen el desarrollo individual, los intereses y la personalidad del niño. El tiempo medio de concentración es...
- de aproximadamente 15 minutos entre los 5 y los 7 años.
- de aproximadamente 20 minutos entre los 7 y los 10 años.
- de aproximadamente 20-25 minutos entre los 10 y los 12 años.
- de aproximadamente 30 minutos entre los 12 y los 14 años.
Así pues, la capacidad de atención de los niños es limitada. Por esta razón, no deben estar anclados a sus pupitres durante horas; necesitan pequeños descansos para moverse.Esto les ayuda a estar más frescos a la hora de abordar las siguientes tareas.
Por qué a los niños no se les escapa nada.
Los adultos pueden concentrarse en lo que les parece importante, pero a los niños no se les escapa nada de lo que les rodea. Prestan atención a cualquier cosa, lo que les ayuda a reunir mucha información y, de paso, a aprender mucho en poco tiempo.
¿Cómo se puede mejorar la concentración de los niños?
Los niños se distraen muy rápidamente con los estímulos del entorno. Por tanto, en su caso es aún más importante ofrecerles la paz y la atmósfera de aprendizaje necesarias cuando estén realizando esfuerzos mentales.
Apoyo psicológico
Hoy en día, los niños tienen una enorme presión de tiempo y rendimiento. Las reprimendas, el alarmismo y la presión pueden hacer que los niños no disfruten del aprendizaje y afectar a su concentración. En cambio, las palabras alentadoras y disponer de tiempo para "ser un niño" sin preocupaciones ayudan a los jóvenes a sentirse más tranquilos y seguros, una condición importante para despejar sus mentes y prepararlas para el aprendizaje.
Reducir los estímulos de carácter visual
Hermanos que juegan alrededor, juguetes tirados por el suelo o padres haciendo las tareas domésticas: los estímulos visuales pueden distraer fácilmente a los niños de sus deberes.
Reducir los estímulos de carácter acústico
Los estímulos acústicos, como el llanto de un hermano, el ruido de la calle o una televisión encendida en la habitación de al lado, también pueden desconcentrar a los niños. Si no se puede eliminar el ruido, unas orejeras pueden proporcionar la tranquilidad necesaria en caso de emergencia.
Ejercicios lúdicos
La capacidad de concentración del niño también puede reforzarse con el juego. Además de los cuadernos de ejercicios especiales para los niños de preescolar y de primaria, existen otras actividades divertidas que mejoran su concentración.Por ejemplo:
- Juegos de mesa
- Juegos de memoria (por ejemplo, "Hago la maleta")
- Adivinanzas, "encontrar el error"
- Juegos de destreza, como el Mikado
- Leer en voz alta o, en el caso de los niños en edad escolar, leer para sí mismos
- Contar lo que ha pasado durante el día en orden inverso
- Ejercicios de atención, como observar las nubes, o el viento en las hojas
¿Cuál es la capacidad de concentración de los adultos?
A menudo, ni siquiera los adultos pueden concentrarse durante más de 20 minutos seguidos. Pero ¿por qué? Si ponemos toda nuestra atención en algo, la información se va almacenando en forma de cadenas de proteínas en nuestra memoria de trabajo. Como el espacio es limitado, las cadenas de proteínas comienzan a desintegrarse al cabo de unos 20 minutos, y la información se pierde. Solo cuando se almacena en la memoria a largo plazo se conserva durante mucho más tiempo.
Consejo práctico: Haz pausas según el biorritmo.
El rendimiento mental de los adultos está sujeto a ciclos de 90 minutos. Al cabo de poco más de una hora de trabajo mental como máximo, bajamos el rendimiento durante unos 20 minutos. Durante este tiempo, estamos menos concentrados: es el momento perfecto para tomarnos un descanso y ventilar nuestro cerebro.
¿Cómo cambian la memoria y la atención en las personas mayores?
Con la edad, la velocidad de todos los procesos mentales disminuye continuamente. Esto se empieza a observar ya en la edad adulta temprana.El deterioro más pronunciado se da en la memoria a largo plazo y en la memoria de trabajo, en la que se observa un bajón más notable a partir de los 70años.
Pero la capacidad de atención no se ve mermada en todos los sentidos en los ancianos sanos. Un departamento del Hospital Universitario de Jena que estudia la memoria ha demostrado que los ancianos sanos pueden seguir concentrándose muy bien en las cosas importantes y utilizando señales que mejoran su percepción y atención. Y la inteligencia cristalizada, que depende de los conocimientos y la experiencia, incluso aumenta con la edad.
¿Cómo podemos aumentar nuestra concentración?– 10 consejos para aumentar la concentración en la escuela, la universidad y el trabajo, o en edades avanzadas.
Ser capaz de centrar la atención es un don valioso. Pero no todo el mundo está dotado de una gran capacidad de concentración. La buena noticia es que la concentración puede entrenarse y potenciarse de otras maneras:
1. Vitaminas y minerales inteligentes:
Para que nuestro cerebro pueda aprovechar todo su potencial, debe recibir los micronutrientes adecuados. Por ejemplo, ácido pantoténico, que contribuye al rendimiento mental normal, y vitaminas B6 y B12 y magnesio, que brindan apoyo a las funciones de nuestro sistema nervioso en todo el cuerpo. Las sustancias protectoras también son importantes para nuestra salud. Entre los "ángeles de la guarda" nutritivos se encuentran el zinc y el manganeso, que ayudan a proteger nuestras células del estrés oxidativo, o el ácido fólico, que mantiene nuestra mente alerta ayudando a reducir el cansancio y la fatiga. Pero no solo las vitaminas y los minerales hacen que todo funcione bien en nuestra cabeza, el DHA (ácido docosahexaenoico), un ácido graso omega-3 esencial, también contribuye al correcto funcionamiento del cerebro desde el desarrollo fetal hasta la vejez.
2. Comida para el cerebro: Alimentos beneficiosos para el cerebro: los ingredientes de una alimentación inteligente
Naturales, variados, ricos en nutrientes: así son los mejores alimentos para el cerebro. Además de grasas buenas (por ejemplo, de pescado, frutos secos y aceites) y proteínas de alta calidad (por ejemplo, de legumbres, soja y huevo), nuestra materia gris también necesita hidratos de carbono complejos (por ejemplo, de productos integrales, legumbres y verduras) que mantengan constante el nivel de azúcar en sangre y, por tanto, le proporcionen un suministro constante de energía. En cambio, los alimentos perjudiciales para el cerebro presentan un exceso de ácidos grasos saturados (por ejemplo, los que proceden del queso, la mantequilla, los embutidos y la carne grasa) y de ácidos grasos trans (por ejemplo, los alimentos fritos, las patatas fritas y los productos de bollería, como los cruasanes).
3. El líquido mantiene la fluidez de la materia gris
Nuestro cerebro se compone en gran medida de agua. Si tiene sed, no funciona bien, y notamos cansancio, dolores de cabeza y problemas de concentración. Por eso, es importante que nos mantengamos hidratados en todo momento. Lo ideal es tomar entre 1,5 y 2 litros de líquido al día, ya sea agua del grifo, agua mineral o té sin azúcar.
4. Pausas durante el estudio o el trabajo para airearnos
Nuestra concentración es finita. Sin descanso, no dura mucho más de una hora. Por lo tanto, después de una hora de trabajo concentrado, llega el momento de dar un respiro al cerebro. Al airearse, el cerebro no solo recarga sus pilas, sino que también puede analizar con tranquilidad las cosas con las que acaba de tratar.
5. Una sola tarea al mismo tiempo en lugar de varias
En nuestro día a día, las presiones de tiempo y rendimiento nos obligan cada vez más a hacer malabares:Estudiamos para varios exámenes a la vez, contestamos a los correos electrónicos por teléfono o clasificamos la colada mientras cocinamos.Pero tenemos malas noticias:No solo nuestra capacidad de concentración se ve afectada por la multitarea, sino que también trabajamos y aprendemos más lentamente.Por tanto, quienes quieran ser más eficientes en el trabajo a largo plazo deberían seguir el principio de "menos es más", es decirevitar la multitarea y centrarse en una sola tarea cada vez.
6. La lucha contra la procrastinación
Algunos somos maestros de la procrastinación sin saberlo. Este término designa una práctica frecuente que consiste en posponer las tareas desagradables y dedicarse a actividades menos importantes. Para combatirla, hay que establecer prioridades:Las tareas desagradables deben abordarse en los momentos en los que se está especialmente fresco y capacitado para realizarlas. Una vez que se han terminado las tareas pendientes más tediosas, es más fácil concentrarse en otras cosas.
7. Deporte para el cerebro
Las personas que hacen deporte no solo entrenan su cuerpo, sino que también mantienen su cerebro en forma. El ejercicio reduce el estrés y proporciona a la materia gris un mejor suministro de oxígeno, nutrientes y glucosa. También estimula la formación y conexión de nuevas células nerviosas, lo que facilita la atención y la concentración. El deporte también permite a nuestro cerebro "reiniciarse", ya que, cuando empezamos a hacer ejercicio, la corteza motora asume el trabajo principal, y el "centro de pensamiento" puede descansar. Por cierto, el deporte es un arma secreta que no conoce edad: Se sabe que un entrenamiento de resistencia regular (por ejemplo, aeróbic, ciclismo o footing) también mantiene en forma el cerebro de las personas mayores durante más tiempo.
8. Piedra movediza, nunca moho la cobija
Nuestro cerebro necesita retos. Mientras que la soledad y el aislamiento le afectan negativamente, una rutina diaria satisfactoria lo mantiene fresco. Ya sea quedar para jugar a las cartas, visitar museos o dar clases de baile; las actividades sin estrés que suponen un aliciente te mantienen mentalmente joven.
9. Desintoxicación digital: Una desconexión muy beneficiosa
150 veces al día: esa es la frecuencia con la que miramos el móvil de media. Así que no es de extrañar que nuestra concentración a veces se quede por el camino con esta sobrecarga permanente de estímulos e información. Nuevos problemas, nuevas soluciones. Así pues, la "desintoxicación digital" es una forma moderna de ayuno. Se trata de dejar a un lado deliberadamente la tableta, el teléfono móvil, etc. durante un tiempo determinado. La desintoxicación digital no solo tiene un efecto desestresante, sino que también crea más espacio para la atención y la concentración.
10. Chicle: frescura en un pispás
Masticar chicle es EL arma secreta cuando se trata de poner en marcha una mente cansada. Y es que el "deporte facial" mejora el riego sanguíneo en el cerebro y, por tanto, también el suministro de nutrientes, glucosa y oxígeno. Un estudio realizado por el psicólogo clínico Siegfried Lehrl, de la Universidad de Erlangen, confirmó este aumento de la concentración: Masticar chicle aumenta la capacidad de concentración hasta en un 30 %.
Más recursos caseros sencillos para aumentar la concentración:
- Ventilación de oficinas y aulas
- Paseos al aire libre
- Dormir lo suficiente
- Sesiones periódicas de relajación, como meditación, ejercicios de respiración o yoga
- Un pebetero con aceites esenciales vigorizantes (por ejemplo, lavanda, bergamota o aceite de romero).
- Un masaje de orejas de un minuto
¿Se puede entrenar la concentración?
Sí, la concentración se puede entrenar. Una forma de hacerlo es a través de los ejercicios de atención plena, que mejoran la concentración mediante la percepción consciente de las distracciones. Los estudios también demuestran que a las personas que practican regularmente la atención plena les resulta más fácil concentrarse.
Ejercicios de atención que podemos practicar:
- Meditar
- Escuchar los sonidos de la naturaleza
- Darse un "baño de bosque"
- Pintar mandalas
- Sentir conscientemente la propia respiración
- Percibir los alimentos con todos los sentidos
- Experimentar conscientemente el entorno (por ejemplo, observar el bullicio de una calle comercial o de una cafetería).
Una buena forma de concentrarse mejor es dedicar más tiempo a las aficiones y a las cosas que nos gustan. Estas actividades suelen atraer nuestra atención por sí solas y ayudan a nuestro cerebro a aprender a concentrarse de nuevo.
Conclusión
Más rápida, más compleja, más exigente. La vida moderna cada vez nos da más quebraderos de cabeza. No es de extrañar que nuestra concentración se quede a veces por el camino entre el estrés, la sobrecarga sensorial y el cansancio excesivo. Por suerte, hay formas sencillas de solucionarlo,y los micronutrientes también nos pueden ayudar a mantener la concentración.
Literatura del autor.